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Capilla Alfonsina: La sede de la creatividad de Alfonso Reyes

Se le conoce como “Capilla Alfonsina” a la casa que habitó Alfonso Reyes al regresar a México.

 

Alfonso Reyes fue un ensayista, narrador y poeta mexicano. Nació en Monterrey, Nuevo León. Su padre fue gobernador del estado, y guardaba una relación cercana a Porfirio Díaz. Por este motivo, en la vida temprana de Alfonso Reyes, nunca faltó la lectura y las experiencias culturales.

Optó por la carrera de leyes, y al culminarla partió a Europa  y se afincó en París en 1914. Para 1927, ya era embajador en Argentina. Allí impulsó la obra de un joven Jorge Luis Borges, quien le profesó infinita gratitud por haber analizado “El Aleph”. Después residió unos años en Brasil. Pero en 1939, dejó el servicio diplomático y regreso al país para establecerse en la Ciudad de México.

Una de las principales preocupaciones que atormentaba a Alfonso Reyes, era encontrar un lugar para guardar todos sus libros. Regresó junto con su esposa, Doña Manuela Mota de Reyes, y su único hijo. Ocuparon una residencia cuya primera piedra había sido puesta en 1938 por Manuel Toussaint.

La edificación, a petición del escritor, se concibió como una biblioteca con anexos. Es decir, que realmente no se trata de una casa, sino de una biblioteca con habitaciones para los inquilinos.

La familia Reyes habitó el lugar los siguientes 20 años. Y fue aquí donde Alfonso Reyes alcanzó su máximo impulso creativo, y su figura como educador se consolidó de manera permanente. “La experiencia literaria”, “El deslinde” y “Los trabajos y los días” son algunas de las obras que se llevaron a cabo en esta casa.

En la Ciudad de México, Alfonso Reyes perteneció a un importante y reconocido grupo de intelectuales. Antonio Caso, José Vasconcelos y Henríquez Ureña utilizaban la biblioteca como un punto de reunión donde sobraba sabiduría y cultura.

El nombre de “Capilla Alfonsina” corrió a cargo de uno de los amigos de Reyes, el poeta Enrique Díez Canedo. Se dice que cada vez que el español llegaba a la casa, se sentía un ambiente excepcional de paz y tranquilidad. En la sección de la biblioteca y en la oficina de Alfonso Reyes, se respiraba “un verdadero templo del saber”. Por este motivo, le llamaban capilla.

Hoy, la Capilla Alfonsina es el Centro de Estudios Literarios, y pertenece a la Universidad Autónoma de Nuevo León. Se encarga de difundir y promover la obra del escritor mexicano, quien fue una importante influencia en la literatura que surgió años después de su muerte en México.

La Capilla funge también como museo, pues aquí se encuentran fotografías, documentos y objetos de Alfonso Reyes. Por otro lado, se organizan talleres, presentaciones de libros y meses redondas.

Dirección: Gral. Benjamín Hill 122, Cuauhtémoc, Hipódromo Condesa


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