La Feria de Chapultepec, uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad, se inauguró el 24 de octubre de 1964 como un proyecto que desarrolló el gobierno del entonces Distrito Federal bajo la presidencia de Adolfo López Mateos. Fue uno de los primeros parques de diversiones en México y abrió sus puertas bajo el nombre de “Juegos mecánicos de Chapultepec”. Su apertura fue todo un suceso ya que la ciudad claramente no era lo que es hoy en día y en la década de los 60 ver la inauguración de un parque con estas características y situado en el corazón de Chapultepec, una de las zonas más importantes en la ciudad, generó gran alboroto para los habitantes de la capital.
La Feria debutó con un total de 14 de atracciones siendo la más famosa la montaña rusa, que era la más grande de toda Latinoamérica hasta ese momento con más de 100 pies de altura y sin duda la atracción que le ha dado vida a este parque durante sus 52 años de servicio.
En 1993 el Grupo Empresarial Chapultepec, S.A. de C.V. compra el recinto y lo reabre con 43 juegos más. A partir de su reapertura cambia de nombre a La Feria de Chapultepec Mágico y hasta la fecha una de sus principales atracciones sigue siendo la montaña rusa. Se calcula que cada fin de semana entre 4 mil y 5 mil personas disfrutan de su recorrido.
Esta icónica atracción que ya tiene más de cinco décadas en funcionamiento y ha sido remodelada en diversas ocasiones, se ha vuelto parte fundamental y referencia del paisaje de nuestra capital. Aurel Vatzin fue el responsable de su construcción que tardó seis meses en completarse, se hizo totalmente de madera y tuvo un costo de 12 millones de pesos. Fue proyectada con 35 metros de alto y mil 200 metros de vías para alcanzar 110 km por hora de velocidad de bajada y 70 km por hora en planicie.
La popularidad de esta montaña rusa es insuperable y es una parada obligada para los casi 1.5 millones de personas que visitan anualmente el parque.
Leave a Reply