Conoce un poco sobre la historia de las nomenclaturas de esta ciudad.
En la Ciudad de México, existen más de 25 mil calles distribuidas en más de 2 mil colonias. Cada una cuenta con una nomenclatura específica. Por ejemplo, en Polanco nos suenan los nombres de distinguidos literatos y filósofos. En la Condesa y la Roma, destacan los nombres de los estados del país. La Colonia Cuauhtémoc es la de los ríos, y Bosques la de los árboles.
Pero… ¿te has puesto a pensar quién y cómo es que los nombres de las calles se decidieron?
Cuando los españoles arribaron a México-Tenochtitlán, la Colonia se instaló en las ruinas de la antigua ciudad. Las primeras calles de la Nueva España llevaban nombres de virreyes y santos del continente europeo.
A pesar de la colonización, los españoles respetaron las costumbres indígenas y algunas de las calles figuraron nombres en la lengua de los mexicas. Tlatilco, Huacalco y Tlacoapan fueron algunas de las calles que se constituyeron en la época. Esta última es lo que hoy conocemos como Tacuba.
Fue así como la nomenclatura de la urbanización de la Ciudad de México fue una mezcla de costumbres españolas y palabras en náhuatl. Y conforme se fueron estableciendo más calles, éstas tomaron los nombres de las antiguas profesiones. Chiquihuiteras y talabarteros son algunos ejemplos de los antiguos oficios.
El gobierno de Porfirio Díaz destaca por el intento que el presidente hacía para modernizar la urbe. Y la nomenclatura de las calles no fue la excepción. Durante su mandato, se buscó dejar a un lado la tradición que había prevalecido y en 1899 se publicó “Nomenclatura actual y antigua de las calles de la Ciudad de México”.
Con este sistema, se trazó una cuadrícula donde se asignaron letras y números a las principales vías. Por este motivo, las direcciones sonaban algo como esto: “Calle Sur 10K”, “Avenida Poniente 7J”.
No obstante, las propuestas de Porfirio Díaz no duraron mucho tiempo, pues tras culminar las batallas de la Revolución las calles fueron renombradas con los personajes y fechas más importantes de la lucha. De aquí destacan calles como Álvaro Obregón, Pino Suárez, 5 de febrero y 20 de noviembre.
¿Y qué hay de las calles con nombres de animales y otras cosas extrañas? Existe un organismo que se encarga de aclarar y modificar (si es el caso) las nomenclaturas de las calles. Se trata de la Seduvi, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda. Sin embargo, no existen casos en las que esta institución le otorgue nombres a las calles. Entre sus funciones, solamente deben oficializar las nomenclaturas en conjunto con los vecinos, los verdaderos creadores de las calles.
La jefa de la unidad departamental de Equipamiento y Mobiliario Urbano de la Seduvi comenta que son los hábitos, costumbres e incluso mitos lo que da origen a las curiosas nomenclaturas de las calles de la ciudad. Cuando pobladores se asientan en una cierta zona, las referencias comunes predominan y terminan por convertirse en los nombres de las calles.
¿Cuáles son los nombres de calle más raros que conoces?
Fuente: Milenio.
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