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¿Cuáles son los fraudes inmobiliarios más comunes y cómo los puedes evitar?

Conoce los fraudes más frecuentes que ocurren a la hora de buscar un nuevo hogar.

 

Al momento de buscar casa, oficina o departamento en la Ciudad de México, hay que considerar varios aspectos. Uno de los más importantes, es probar la veracidad del anuncio que hemos detectado, ya sea en internet o en un cartel de la calle.

Cada vez son más los fraudes inmobiliarios que suceden en la capital. Existen personas que se dedican a estafar a aquellos interesados en rentar un espacio inmueble. A través de distintos procesos, esta gente termina por quedarse con tu dinero y posteriormente, desaparecer. Por este motivo, hoy presentamos los fraudes más comunes que suceden en la ciudad en materia inmobiliaria  y cómo puedes evitarlos.

 

Propiedades sin dueño

En ocasiones, más de una persona habita el lugar en renta. Uno o más hermanos son dueños de la propiedad. Puede ser que alguien reciba el monto que estaba destinado para otra persona, y que por no concretarlo tengas que pagar dos veces.

Qué hacer: Asegúrate de que en el contrato se estipule el nombre de la persona que recibirá el dinero. Haz que el agente inmobiliario investigue de forma certera quién es el único dueño del lugar.

 

Defectos ocultos

Por prisa en rentar la propiedad, algunos arrendatarios pueden evitar mencionar los defectos de una casa.

Qué hacer: Además de visitar el inmueble, no dejes de preguntar todo sobre la propiedad. Aclara dudas sobre el mantenimiento del edificio, los vecinos y la seguridad. No des por hecho cosas como la tranquilidad de la calle, las veces que pasa la basura por el lugar y el buen funcionamiento de los servicios.  

 

Anunciantes falsos

Aunque no existe una manera 100% efectiva de detectar a estas personas, sí podemos decirte que hay elementos que te pueden ayudar a descifrarlo. Con fotografías falsas del lugar o montos demasiado bajos, los estafadores atraen a los interesados. Piden depósitos sin entregar el departamento, pasa el tiempo y no los puedes localizar.

Qué hacer: Jamás te comprometas a transferir dinero a alguien que no hayas conocido en persona. Pídele referencias al arrendador, asegúrate de que realmente se trate de una persona que tiene experiencia en el campo de las agencias inmobiliarias. Trata de buscar siempre propiedades en sitios web de confianza, si mucho spam aparece en la página, probablemente sea una estafa.

 

Estafas extranjeras

Esto sucede cuando el propietario clama estar fuera del país. Te pide que le transfieras el depósito y que sólo hasta entonces te hará llegar las llaves del lugar.

Qué hacer: Pídele que el trato se haga con un agente inmobiliario, con el cual puedas realizar un contrato. No accedas a pagar nada sin ver por ti mismo el lugar. Si el arrendador insiste en hacer todo vía e-mail porque no está en la ciudad, mejor da fin al trato.

 

Datos personales

Esta clase de estafa se realiza con los que dan a conocer sus propiedades en renta. Con la excusa de estar interesado en tu propiedad, te piden todos tus datos personales, inclusive los bancarios. Es probable que utilicen esta información para robar tu identidad y tu dinero.

Qué hacer: Nunca le des información personal a alguien que conociste por internet, sobre todo si se muestra muy interesado en conocer tus datos bancarios.

 

Inmobiliarias falsas

Alguien se hace pasar por agente de alguna empresa inmobiliaria y te solicita dinero para apartar la propiedad. Pronto esta persona puede desaparecer con tu dinero.

Qué hacer: Investiga la agencia con la que trates. Pregunta sobre el empleado directamente en la compañía y cuéntales sobre el trato que estás llevando con esta persona. Nunca accedas a dar dinero para apartar una casa, ya que eso es algo que no se acostumbra en las agencias inmobiliarias.

 

Gastos de investigación

Existen empresas que realizan investigaciones sobre los inquilinos, antes de llevar a cabo un contrato. Estos gastos no se reembolsan y en ocasiones, pueden ser una estafa.

Qué hacer: Asegúrate de que el precio no sea muy elevado, según la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, la cuota no debe superar el 20% del valor de la propiedad.


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