El lugar que mejor explota el potencial de las especias en la ciudad es Paprika.
El nombre completo del restaurante es Paprika Cocina de Especias, y aunque suene redundante, este lugar es una oda al uso inteligente y acertado de esos elementos que no pueden faltar en ninguna cocina, las especias.
La ruta de las especias partía del Océano Índico, llegaba al Golfo Pérsico y de ahí se trasladaba al Mediterráneo. Se trata del ingrediente (tal vez más importante) de un buen platillo, pues aunque un gran chef cuente con el mejor producto del mundo, éste no podrá destacar sin la pertinente cantidad de sazón.
Tal vez cuando uno piensa en especias, la mente recuerda aquel gabinete de nuestra casa que contaba con sal, pimienta, orégano y sal de ajo. Pero lo cierto es, que cuando hablamos de especias hacemos referencia a todos los condimentos que al sur de Asia y al norte de África se utilizaban no sólo para condimentar y conservar la comida, sino también con fines medicinales.
Desde su descubrimiento, las especias fueron uno de los productos más caros de la industria alimentaria. Eran consideradas preciadas, tanto, que se obsequiaban a reyes o guerreros que habían triunfado en el campo de batalla.
Una vez que se descubre el Nuevo Mundo, es necesario introducirle estos magníficos tesoros. Es así como las especias comienzan a comercializarse y a formar parte de todas las cocinas de una sociedad.
Toda esta historia de tradición es lo que inspiró a la creación de un restaurante cuyo principal objetivo fuera crear una auténtica cocina de especias. Paprika es el nombre del único lugar en la ciudad que se encarga de usar la especia como primordial inspiración de platillos.
Así como existen restaurantes de comida italiana, argentina y española, así también se pensó que existiera uno de especias.
La carta de Paprika cuenta con diferentes opciones para satisfacer todos los gustos. Hay desde botanas y ensaladas, hasta sopas, mariscos y carnes. Se trata de un menú que yuxtapone toda clase de proteínas, que se ven coherentemente unidas por el uso de las especias.
En Paprika no existen los “platos fuertes”, aquí la idea es que vayas acompañado de dos o más personas y que cada uno ordene dos o tres platillos. De esta forma, llegarán a la mesa toda clase de comida, perfectamente sazonada para empezar a compartir.
Recomiendo la Ensalada de Humus, con pepino persa y quinoa, y las Brochetas de Cerdo con Pekmez, que le añade un toque dulce muy sutil a lo marinado de la carne. Si traes antojo de mariscos y eres fanático de las especias fuertes, entonces debes pedir los Calamares, que están bañados en una deliciosa salsa de cilantro. Para los que adoran el pan árabe, recomiendo la Sfija, que cuenta con un chutney maravilloso y tahini espectacular.
Lo ideal es ir con amigos, justo cuando la tarde comienza a caer. Esto para que se queden haciendo sobremesa y ordenen uno de los cocteles de la casa. Destacan en Paprika los de gin y mezcal, como el Mampuri. También tienen los vírgenes donde sobresalen los sabores frutales, como el Sari.
Paprika es un concepto distinto que llegó hace un par de años a la Colonia Juárez. Te invito a visitarlo para que pruebes lo diferente que puede saber alguno de los productos más tradicionales si se saben cocinar con la mejor selección de especias. Será una experiencia que te va a encantar y te hará querer regresar.
Dirección: Calle Marsella 61, Col. Juárez.
Teléfono: 5533 0303.
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