¿Cómo transportar una grandiosa capilla de un país a otro? ¿Cómo reproducir algunas de las obras plásticas más importantes de la historia de Occidente? ¿Cómo lograr que aquellos que nunca han tenido la oportunidad de ver la Capilla Sixtina del Vaticano puedan disfrutar de su magnánima belleza?
Tanto para gente católica, como para gente no creyente, la Capilla Sixtina, enclavada en el corazón del Vaticano, es un espectáculo imponente, una de las muestras de arte y belleza más espectaculares del mundo. A partir del 7 de junio, el Gobierno de la Ciudad de México abrirá las puertas de una réplica de este místico espacio…
Entre 1473 y 1481, el Papa Sixto IV (de ahí el nombre de la capilla), Francesco de la Rovere, mandó reconstruir la Cappella Magna, en el corazón del Vaticano, y comisionó a los artistas más importantes de su época para pintar una serie de frescos, en las paredes y el techo del recinto. Entre los artistas que trabajaron en dicha decoración figuran nada menos que Michelangelo Buonarroti (autor del famosísimo Juicio Final), Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli, gigantes del arte que habrían de cambiar la historia de la pintura.
Este mes de junio, una réplica de tamaño original de la Capilla Sixtina abrirá sus puertas en la Plaza de la República, para luego ir a otras ciudades de México. Esta es la primera vez que el Vaticano autoriza una reproducción de esta naturaleza, misma que estará abierta al público de manera gratuita (la entrada tendrá que solicitarse vía internet, en este enlace).
En el interior, el espacio contará con reproducciones fotográficas (impresas en tela sublimada) de muros y techos de la gran capilla. El piso contará con mamparas, adornos y elementos de cristal templado. Además, el comité organizador de esta maravillosa obra ofrecerá al público una exposición audiovisual sobre la historia de este magnífico templo.
La Capilla Sixtina mexicana, tendrá una superficie total de 510 metros cuadrados y podrá ser visitada de martes a domingo, de las 10:00 a las 18:00 horas. Su instalación implicó el trabajo de un grupo interdisciplinario integrado por arquitectos, diseñadores, fotógrafos, escultores y escenógrafos mexicanos que pasaron más de 170 noches en el Vaticano analizando el espacio para poder reproducirlo y tomando más de 2 millones 700 mil fotografías.
El proyecto no solamente implicó un enorme e impresionante trabajo de expertos, es una hermosa oportunidad para aquellas personas que nunca han visitado el Vaticano de conocer uno de los espacios más bellos del mundo, temporalmente, en la Plaza de la República de nuestra ciudad capital…
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