Uno de los arquitectos más importantes de la arquitectura moderna participó en el diseño y construcción de un pequeño y discreto edificio en Paseo de la Reforma que en el denso paisaje urbano de hoy, pasa casi desapercibido.
La antigua embajada de Japón, completada en 1976, fue una colaboración del arquitecto japonés Kenzo Tange con dos de los arquitectos más prominentes de aquel momento en México, Pedro Ramírez Vázquez y Manuel Rossen Morrison. Rossen Morrison tiempo después en su proyecto para la alberca olímpica hace claras referencias al estadio nacional de Yoyogi del arquitecto Japonés .
La relevancia de Kenzo Tange en la arquitectura moderna mundial es grandísima, miembro del CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna) creado por el arquitecto suizo Le Corbusier, diseñó edificios en los cinco continentes y es considerado uno de los arquitectos modernos más influyentes en Japón, uno de los países con mayor proyección de arquitectos contemporáneos.
Centro de paz y parque memorial de Hiroshima, Hiroshima, 1949, Kenzo Tange
Tange es reconocido como el líder del grupo de arquitectos entre los que se encontraban Kisho Kurokawa, Fumihiko Maki y Kiyonori Kikutake, que postuló el “Manifiesto Metabolista” en la Conferencia Mundial de Diseño de 1960 en Tokio. E
l manifiesto agrupaba un conjunto de proyectos que representaba un movimiento arquitectónico que, en el contexto posterior a la segunda guerra mundial, pretendía solucionar los problemas que Japón enfrentaba ante una gran explosión demográfica en una limitada extensión de terreno a través del diseño urbano y arquitectónico.
El nombre de metabolismo hace referencia al crecimiento orgánico que permitían los proyectos para soportar un crecimiento urbano exponencial e impredecible. El crecimiento urbano se lograría a partir de grandes estructuras que contendrían infraestructura, y a partir de las cuales se conectarían módulos de vivienda o cualquier otro espacio dejando abierta la posibilidad de cambio al mismo tiempo que liberaría espacio de terreno para que permanecer de manera natural.
“Cities in the air” Maqueta, 1960, Arata Isosaki
El proyecto de la embajada Japonesa en la Ciudad de México se entiende a través de la arquitectura metabolista pues utiliza criterios de diseño que podemos encontrar en algunos proyectos anteriores de Tange y en obras de otros arquitectos de la misma corriente.
Así como la torre Shizuoka de transmisión y prensa y la embajada de Kuwait en Tokio de Tange, o la torre Nakagin de Kisho Kurokawa, núcleos de circulación y servicios sanitarios sirven como soporte estructural a los que los espacios se adosan o conectan. En el caso de la embajada, cuatro núcleos que contienen elevadores, escaleras y baños funcionan también como estructura para soportar los espacios que crecen en superficie hacia niveles mas altos y que liberan la planta baja.
Embajada de Kuwait en Japón, Tokio, 1970, Kenzo Tange
Torre Shizuoka de transmisión y prensa, Tokio, 1967, Kenzo Tange
Torre Nakagin, Tokio, 1972, Kisho Kurokawa
El edificio para la antigua embajada japonesa es probablemente uno de los más importantes de la arquitectura moderna en México por la repercusión global que tuvo el movimiento metabolista, desde el uso de Béton brut o concreto aparente que sirvió como antecedente de la arquitectura brutalista en el mundo, los planteamientos de viviendas modulares que se construyen actualmente alrededor del mundo o en general la visión de diseñar la ciudad del futuro que sigue vigente.
Plan para la bahía de Tokio, 1960, Kenzo Tange
Dirección: Paseo de la Reforma 243, Torre Mapfre, Piso 9, Cuauhtémoc, 06500 Ciudad de México
Leave a Reply