Desde hace algunos años, la robótica nos ha mostrado geniales prototipos que simulan humanos, la mayoría diseñados para servir y hacer compañía al dueño. En la Universidad Autónoma de México ya se tiene planeado, a veinte años, arrojar las primeras muestras perfeccionadas hechas en México.
Se trata de dos robots de compañía que se planea configurar para ayudar en los labores del hogar, oficina e incluso escuelas. Por momento se ha creado ya primeros modelos, sus nombres son Justina y Golem-III.
Justine y Golem-III, son capaces de auxiliar en tareas cotidianas como limpiar la casa, tirar la basura y tender las camas. Pueden tomar casi cualquier objeto que se les ordene (como por ejemplo tomar bebidas del refrigerador y llevarlas a los comensales), además de que poseen un programa de reconocimiento de voces y un escáner de rostro, por lo que también les es posible reconocerte.
Sus diseños todavía son simples –apenas una base de cuatro motores, un torso que puede subir y bajar y los hombros y cabeza–, pero se prevé la posibilidad de afinarlo en detalles (como por ejemplo su velocidad) en los próximos veinte años.
Ambos equipos de estudiantes, provenientes de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, participarán a finales de junio en el Robocup 2016 (mundial anual de robótica) que se llevará a cabo en Leipzig, Alemania.
Recordamos fugazmente al diseñador que no hace mucho fabricó una replica robótica de Scarlett Johansson, o inclusive el filme Artificial Intelligence (2001). Ambos ejemplos nos develan una idea sencilla: la posibilidad de abrazarnos de una compañía que nos auxilie en toda una vida; o en algunos casos, la posibilidad de poseer a la persona que deseamos, sólo hay que construirla (o mandar a diseñarla).
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