Tesoros escondidos: el curioso Café Katsina

June, 2016

Fantasía y granos orgánicos se fusionan en este espectacular café cuya fachada discreta le hace uno de los tesoros cafetaleros más prometedores de la ciudad. De entrada, es preciso saber que el Café Katsina comenzó como una exportadora de grano con finca propia, donde se cultivaba principalmente plantas de café Arábica. Hoy, y después de cuatro generaciones familiares, son ya productores, tostadores y baristas de un café en la Ciudad de México.

Pero lo que hace de este café gourmet una experiencia deliciosa es sin duda su método de tostado, de donde derivan tres de sus diferentes sabores: el claro (cítricos, florales, especias, vainilla y caramelo), el odio (vainilla, caramelo, especias dulce) y el oscuro (Madera, chocolate y nuez).

En este café ciertamente la estrella es su grano artesanal. Lo puedes probar ya sea en espresso, capuccino, latte, sorbeto, y americano, con diferentes métodos de extracción como el driper, chemex, kalita y sifón japonés, sin olvidar, por supuesto, su delicada selección de pastelería, también creada por ellos mismos; recomendamos ampliamente su tartaleta de queso y marcha.

Pero el café Katsina, además de ser un delicioso establecimiento muy discreto, aguarda color y fantasía en su interior. Su nombre -Katsina- deriva de las Katsinas o Kachinas de los indios Hopi. Se trata de unas figurillas talladas en madera, antropomorfas, que representan a mensajeros que comunican rezos a sus dioses. Representan también a espíritus ancestrales con poderes, ubicados en un punto medio entre los dioses y los hombres. Estas figurillas las encuentras por cierto por todo el establecimiento.

Incluso si no consumes café te recomendamos aventurarte a visitarle –ya sea para probar alguna de sus ricas tisanas o quizás un buen desayuno–; el sitio es del todo reconfortante, ideal para visitar en pareja, con una buena charla o a solas con un buen libro.

cafe katsina