Cada vez somos más quienes asimilamos diversión con el mundo virtual; más reducidamente a la geografía de las redes sociales. En la década de los 90’s, personajes influenciados por la contracultura americana como Terence McKenna, aseguraban que el mundo virtual despertaría conciencias por doquier. Que sería una especie de extensión de la mente, una herramienta evolutiva. Sin embargo, poco de eso es hoy en día el mundo con smartphone, artefactos que nos acercan más a una idea apocalíptica en que las personas comiencen a dejar de distinguir lo que es real y lo que es solo una ley programada para el mundo virtual.
Hasta hace algunos años, las cabinas telefónicas eran imprescindibles en las calles para comunicarnos. Hoy, gracias a que internet y los celulares se han vuelto un lenguaje de importancia vital, miles de ellas han desaparecido. En un loable intento por rescatarlas (por recordarlas con nostalgia) el alemán Benjamin Uphues decidió convertir 5 de ellas en discotecas, pequeños rincones en la urbanidad donde fuese posible divertirse con música y por un momento olvidar nuestros teléfonos móviles.
Sí, aunque no suena una idea bastante posible lo ha logrado. Se llaman Teledisko, y hoy están visitando todo el mundo, incluyendo a la Ciudad de México.
Como parte del año dual México-Alemania, el Instituto Goethe de la Ciudad de México tiene a su custodia una de las Televiso disponible gratuitamente para todo habitante de la capital mexicana.
Se trata de una cabina cualquiera, sólo que con una computadora adherida para reproducir música. De colores dorado plateado y rosa –y con el nombre de Teledisko a luces y humo– este invento de Uphues es, además de un espacio perdido en el tiempo, una opción divertida para enfiestar unos momentos sin necesidad de pagar entrada. Según su creador, el número usual de personas dentro para disfrutar la fiesta es de cinco, aunque en Berlín se batió el récord de 10 personas dentro.
Este artefacto, además, intenta probarnos que para divertirnos no es necesario un cover costoso –como suele ocurrir en los antros– o tragos sofisticados, solo se necesita lo básico: “humo, luces, música y tus mejores amigos.
La Teledisko está disponible gratuitamente en las inmediaciones del Instituto Goethe ubicado en Tonalá 43, Colonia Roma Norte, pero más tarde se planea mover a otros sitios de la ciudad.
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