Vivimos en una época en que los altos niveles de estrés dominan principalmente los trabajos más importantes de una ciudad. Uno de estos trabajos sin duda son las instalaciones de salud, pues las profesiones médicas son quienes más requieren de solidaridad, respeto y por supuesto empatía para con los pacientes.
Toda comunidad requiere de un Centro Médico. Y aunque en México estamos acostumbrados a luchar con la administración de estos sitios para lograr una atención decente, habría que preguntarnos cual sería la solución a un problema que resulta en su mayoría administrativo y de falta de ética profesional. En resumen, un problema de falta de valores, mismos que no han sido dotados a los trabajadores de muchas instituciones públicas en México y que en verdad hacen falta.
En los últimos años se ha evidenciado la latente violencia por parte de médicos, enfermeras y administrativos de hospitales públicos. Entre las denuncias más populares de esta índole es la violencia obstétrica, la cual se define como una violación a los derechos humanos, un maltrato a la mujer embarazada al ser juzgada, atemorizada, vejada, lastimada física y emocionalmente e inclusive no ser respetada en sus decisiones. Son realmente fenómenos muy recurrentes en hospitales de numerosas regiones del país y en todas las esferas socioeconómicas.
Frente a esta situación, la coordinación del ISSTE comenzará a capacitar a 78 mil trabajadores para brindar una mayor calidad de servicios en sus hospitales. Mediante al programa Trato para un buen trato, José Reyes Baeza Terrazas, director general del ISSSTE, tiene el objetivo de “mejorar la calidad del entorno laboral, favoreciendo el compromiso de los pacientes para el autocuidado de su salud y corresponder el buen trato”.
Reyes Baeza decidió nombrar la reeducación y reinvindicación humana como una cruzada en ocho módulos en la ciudad de México, los cuales cuentan ya con internet gratuito, cargadores para celulares, en apoyo a familiares de pacientes hospitalizados en urgencias. En palabras del director del ISSTE:
El Instituto se consolidará como una entidad que atiende las necesidades de los derechohabientes con calidad y humanismo mediante respeto, inclusión, vocación de servicio, compromiso, integridad, justicia, lealtad, honestidad y transparencia.
Para lograr este objetivo, ISSSTE y CEN del SNTISSSTE crearon una asociación a través del primer grupo de brigadistas voluntarios “para atender por igual y sin distinción a todos los derechohabitante, aprovechando las fortalezas y oportunidades del instituto.” Ellos serán los encargados de impartir el curso “Cuidando a los que cuidan” para brindar nuevas técnicas para mejorar la atención hacia los derechohabientes.
Esta iniciativa se ha presentado como una manera de enfrentar el síndrome de burn-out, el cual es una respuesta a un estrés prolongado del trabajo y se ha definido en tres dimensiones: fatiga, cinismo e ineficiencia. De manera que para reducir el síndrome de butn-out en los hospitales de la CDMX, se ha buscado nuevas intervenciones para controlar los disparadores de estrés en el trabajo –como factores emocionales, atmósfera social en el trabajo, liderazgo incompetente, etcétera–, redescubrir aspectos más disfrutables en el trabajo, buscar apoyo, recuperar los intereses, habilidades y pasiones, hacer ejercicio e inclusive dormir más tiempo.
De modo que con “Trato para un Buen Trato”, se pretende reducir los síntomas del síndrome de burn-out que ha fomentado la violencia y abuso en hospitales. Estas son las principales medidas:
– Mejorar permanentemente el otorgamiento de las 21 prestaciones, seguros y servicios a los casi 13 millones de derechohabientes;
– Coadyuvar al incremento de la calidad en la atención que se les brinda;
– Fomentar que los afiliados presenten sus inconformidades, sugerencias, solicitudes de servicios, felicitaciones y orientaciones;
– Fomentar un ambiente de trabajo amigable para mejorar la organización de cada área del instituto;
– Ayudar a disminuir el tiempo de espera en consulta y cirugías, y otorgará medicamentos suficientes y a tiempo;
– Reducir las quejas por una mala actitud en los servicios que brinda el Instituto a su derechohabiente en todo el país;
– Instalar internet gratuito y cargadores para celulares para dar un mejor servicio a los familiares de pacientes hospitalizados en áreas de urgencias.
¿Qué te parece? ¿Tú también crees que humanizar a una institución de salud puede resultar más conveniente que consumirla o en su defecto privatizarla?
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