Joe Mangrum es un pintor, escultor y artista plástico neoyorkino cuyas obras orgánicas y coloridas se expanden hasta diez metros en diámetro.
Cada una de sus obras aparece, por decirlo así, en el suelo de alguna ciudad. Están hechas de miles de millones de granos de arena de distintos colores. Su inspiración viene de los nudos celtas, la geometría fractal y los mandalas tibetanos – y en congruencia con estos últimos sus obras acaban barridas por el viento.
Su historia ganó mucha atención, en parte debido a la tensión que suscitaron sus creaciones con distintas autoridades, entre las que se incluye el Departamento de Parques de California. Pero mucho del encanto de su obra es que se trata del proceso, y el proceso debe ser accesible a todas las personas que pasan por ahí.
Mangrum describe su trabajo como una “rebelión visual” en contra del “sistema urbano”; una especie de manifiesto efímero para contrarrestar las líneas estrictas que trazan las calles y banquetas en las que trabaja. De su estrategia dice:
Cada dibujo es improvisado espontáneamente, usando arena de colores vertida directamente de mi mano. En el proceso de creación mezclo varios ingredientes de claves visuales inspiradas en tradiciones antiguas sincronizadas con un ritmo de animación.
Cada observador verá distintas cosas sugeridas en su obra, pero la tendencia quizás esté vinculada a las criaturas marinas y plantas carnívoras, a las nubes revoltosas o a una flor sacada del viaje psicodélico de un individuo.
El arte urbano, desde hace más de una década, ha probado ser un agente que no solo ayuda a cultivar la creatividad de los habitantes de una ciudad, también dota de identidad los espacios y enriquece la cotidianidad de los transeúntes Por eso esta actividad debiera promoverse, siempre y cuando sea respetuoso e idealmente propositiva, cualidades ambas que se aprecian en la obra de estos cinco artistas callejeros de la ciudad de México.
Y aquí te dejamos un poco más del trabajo mandálico-callejero de Mangum, con la esperanza de que haya más de un joven chilango que pueda inspirarse en su obra.
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