Cada año se reportan alrededor de 100 000 accidentes automovilísticos debido a que el conductor se quedó dormido mientras iba en camino. Frente a esto, el Departamento de Ingeniería en Sistemas Biomédicos de la Facultad de Ingeniería –FI– de la Universidad Nacional Autónoma de México diseñó un sistema “polisonográfico” para despertar al conductor y así proteger tanto al chofer, sus pasajeros como la carga que transporta.
El sistema estuvo a cargo de la coordinadora operativa del departamento Livier Báez Rivas, quien explicó que el objetivo del diseño fue no sólo detectar el estado de vigilia y alerta, también emitir una alerta de siete segundos antes de caer en estado profundo de sueño. Y dado que es un diseño no invasivo –no es un electroencefalograma–, cuenta con mediciones instantáneas para detectar tres señales biológicas: tono muscular, frecuencia cardiaca y temperatura periférica.
Para Báez Rivas, realizar este despertador tan especializado fue un reto pues tenía que adaptarse a cualquier automóvil, de manera segura y portátil. Si bien se basaron en un dispositivo australiano que funciona a través de unos lentes que detectan la señal cefálica, este sistema mexicano pretende ser más cómodo y capaz de detectar los lapsos de relajamiento y sueño posteriores a estrés constante, causados en la mayoría de las ocasiones por el tráfico citadino.
Actualmente el sistema polisonográfico se encuentra en su primera etapa: detecta las señales a través de un parche alámbrico colocado en la espalda o la muñeca –aunque la idea es que pueda convertirse en una pulsera cómoda, flexible y fácil de usar. Primero detecta una señal bioeléctrica del tono muscular en proceso de relajación; después, analiza la frecuencia cardíaca que esté entre 60 y 90 latidos por minuto durante la vigilia –mientras que durante el estado de somnolencia, el número baja hasta 30 latidos–; y finalmente, registra la temperatura periférica que cambia cuando el individuo empieza a entrar a la etapa de sueño.
La alerta aparece con un foco que se prende cuando identifica los primeros cambios biológicos. Esto provoca que la persona tenga hasta siete segundos antes de que se quede completamente dormida. Báez Rivas explica que “este método es más seguro, porque si el chofer toma una siesta y se despierta bruscamente, sus latidos pueden pasar de 30 a 120, lo que causaría un paro cardíaco.”
Finalmente, como lo menciona Báez Rivas, la seguridad del conductor y de sus pasajeros es lo más importante: “Por ello es fundamental implementar las tecnologías para salvaguardar la seguridad y condiciones en las cuales se ejerce un trabajo.”
El dispositivo mide 20 centímetros, pero se continúa con los trabajos para que sea más pequeño y cómodo. También se evalúa si la alerta queda con el foquito o cambia.
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