El Peñón de los Baños, el lugar donde el agua se vuelve medicinal.
Al noroeste de la Ciudad de México, se encuentra una formación rocosa que data desde el periodo precolombino. Previo a la Conquista, este lugar se constituía como un importante islote del Lago de Texcoco. Pero cuando cae la imponente ciudad de Tenochtitlán y la ciudad comienza a urbanizarse, el territorio se une a tierra firme y pasa a formar parte de la capital.
Se trataba de un cerro al que los mexicas llamaban Tepetzinco. Era un lugar donde los habitantes de aquella comunidad iban a relajarse, por las aguas termales que allí brotaban.
Pronto aquellos baños se tornaron medicinales, y se construyeron estructuras indicando su índole sagrada. El tlatoani Moctezuma solía visitar el cerro para tomar los temazcales.
En náhuatl, temazcal significa “baño de vapor”. Pero este término tiene connotaciones espirituales, ya que se relaciona con rituales de carácter medicinal que curaban las enfermedades de los indígenas.
Para el siglo XVIII, se levantó una capilla junto al brote de las aguas termales. A este lugar, asistían personajes como Maximiliano, Carlota y Porfirio Díaz. Pronto en el terreno se llevó a cabo la construcción de un hotel, un restaurante y hasta un salón para eventos.
Con el paso del tiempo, estas edificaciones fueron demolidas. Hoy en día, solamente permanece un retablo dedicado a la Virgen de Guadalupe.
Naturistas y científicos internacionales han visitado el pueblo del Peñón de los Baños, y han catalogado sus aguas como dignas de conocerse por su composición mineral. Actualmente, se sigue contando con el servicio de los baños medicinales. Se trata de un lugar que la gente visita con el objetivo de sentirse mejor tras una práctica ancestral que perdura por sus beneficios medicinales.
El Peñón de los Baños
Dirección: Puerto Aéreo 46, col. Peñón de los Baños.
Teléfono: 5571 2870.
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