Un poco sobre el desarrollo de la delegación Álvaro Obregón.
El territorio que actualmente ocupa la delegación Álvaro Obregón, fue asentado desde épocas prehispánicas. Pueblos como Tenanitla, Tizapán, Tetelpan, Ameyalco, Axotla, Xochiac y Chimalistac contaban con comunidades antes de la llegada de los españoles a tierras aztecas.
Y fue hasta la Conquista, que el orden político y administrativo de lo que hoy es la delegación comenzó a tomar forma y organización. Los españoles tomaron control de la Nueva España, a través de la proclamación de municipios y ayuntamientos. Ahí, empezaron a tomar relevancia las órdenes religiosas mediante la construcción de templos y parroquias en diversos puntos de la ciudad.
Los frailes dominicos, que eran los encargados de la evangelización en el área de Coyoacán, Tizapán y Tenanitla erigieron una ermita dedicada a San Jacinto en lo que hoy es San Ángel. De esta forma, empezaron a convivir los habitantes de aquellos pueblos y gracias a esta incorporación social se dio cabida a un avance en cuanto a desarrollo laboral se refiere.
Pronto se crearía una comunidad en el territorio, que funcionaba bajo la supervisión de los dominicos y carmelitas. Con la construcción de más iglesias en San Jacinto y Chimalistac, se comenzó a construir sinergia entre los pueblos y caseríos que antes existían sin organización ni comunicación.
El trabajo artesanal se convirtió en la principal labor de la zona. Los habitantes del lugar cultivaban hortalizas y frutas, sin la intromisión de latifundios ni encomiendas que acostumbraban imponer sobre las comunidades indígenas. La actual delegación de Álvaro Obregón se caracterizó por su productividad agrícola y armoniosa comunidad.
Con el paso del tiempo, se construyeron haciendas, residencias y otros edificios comerciales que le otorgaron un aspecto urbanizado a la zona.
Su nombre es un homenaje al general Álvaro Obregón. Actualmente, existe un monumento dedicado al caudillo. Se encuentra frente al restaurante de La Bombilla, lugar donde fue asesinado por el cristero José de León Toral en 1928. Cuatro años después de la tragedia, el entonces presidente Pascual Ortiz Rubio emite un decreto para que la zona deje de llamarse San Ángel y ahora se nombre Álvaro Obregón. Y es hasta 1970 que se demarcan las 16 delegaciones.
Hoy por hoy, esta delegación destaca por contar con numerosos museos, hermosas plazas y caminos empedrados que evocan la época que le brindó su identidad. Álvaro Obregón sin duda es una de las áreas más hermosas y con más historia de toda la ciudad.
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