El transporte público es tan indeleble de la comunidad como el propio ciudadano.
A donde quiera que éste último se mueve, siempre tendrá la oportunidad de llegar más lejos con ayuda de un instrumento que lo haga posible.
Los primeros transportes públicos como tal, utilizados en la Ciudad de México fueron las carretas tiradas por animales de carga, sin embargo, no fueron los primeros medios para trasladarse.
En épocas prehispánicas –e inclusive hasta hoy, en ciertas zonas lacustres de la capital–, las canoas y trajineras han tomado un rol fundamental para moverse. En una ciudad como Tenochtitlán, que contaba con 5 lagos (Xaltocan y Zumpango al norte, Texcoco al centro y Xochimilco y Chalco al sur) y numerosos canales, era la forma más eficaz y obvia.
A la llegada de la conquista española, los burros, mulas y caballos se convirtieron en el medio de transporte para tirar de carretas y carruajes. De hecho, los primeros tranvías de la Ciudad de México fueron jalados también por mulas como se muestra en la imagen:
Con la revolución industrial y la creación de las máquinas de vapor, México al fin recibe sus primeras embarcaciones con piezas para automóviles y trenes. Cabe destacar que las primeras bicicletas llegaron a México desde Boston en 1869, pero la inquietud política, aunado al tipo de ruedas tan difíciles de manejar, aplacó el entusiasmo por la novedosa invención que desapareció en pocos meses.
México abrió las puertas a uno de los avances tecnológicos del transporte colectivo durante 1873, cuando el primer tren corrió desde la ciudad de México hasta el Puerto de Veracruz. Paralelo a este encuentro, en 1890 llegó el nuevo modelo de un conocido transporte personal: la bicicleta, esta vez con ambas ruedas de la misma dimensión y llenas de aire.
En 1916, producto de la huelga de tranvías, algunos choferes improvisaron como transporte público viejos autos Ford, conocidos popularmente como fotingos. Ésta genial idea es sin duda el antecedente de los taxis, pero también de los camiones públicos, que en innumerables ocasiones hemos observado abarrotados de gente.
En 1946, el ferrocarril mexicano fue adquirido por el estado y se convirtió en la División Mexicana de los Ferrocarriles Naciones de México. Desde ese entonces, y principalmente entre las décadas de los 70’s y 90’s, el sistema ferroviario experimentó transformaciones radicales, que implicaron la construcción de túneles, puentes y viaductos.
Tras un periodo de prueba, los trolebuses entran a la cancha. La primera ruta comercial se inauguró en los 50’s y corría de Tacuba a calzada de Tlalpan, hasta llegar a la glorieta de Balbuena.
Al finalizar los años 70’s un nuevo y curioso personaje urbano se hace notable por las calles. Los llamados peseros, camiones de alquiler que cobraban $1 peso por pasajero, adquieren tan severa popularidad que hasta la fecha les ha sido posible circular. Posteriormente, y en formato ilegal, aparecieron las combis. Este fue un episodio interesante de la Ciudad de Mexico, ya que se hizo bastante notoria la expansión de rutas de transporte ilegales, que nacieron de la necesidad de las personas por trasladarse a otros destinos.
El tranvía eléctrico, popularizado en 1900 y desaparecido después del terremoto de 1985, fue considerado un medio de transporte decisivo en varias zonas de la capital, por lo que fue de importancia obvia sustituirlo. Y así nació el Sistema Metro.
La primera línea del metro se inauguró en 1969, y tras 46 años, ésta ha crecido con 12 de ellas que conectan en su totalidad a la CDMX. A finales de los 80’s circulaba el tren ligero aunque nunca adquirió la relevancia que el metro, probablemente el más importante de los transportes en la CDMX.
En el 2005 surgió el conocido Metrobús, debido a la gran demanda de transporte que exigían los habitantes en las principales avenidas de la ciudad. Hoy en día son 6 líneas que cubren prácticamente todos los puntos estratégicos de la CDMX.
En el 2008, los nostálgicos tranvías regresaron a formar parte de la red de transporte público, con un objetivo bastante singular: reducir la contaminación ambiental. El tren Suburbano es otro de los personajes que dialogan entre nuestras calles, inaugurado en ese mismo año. Por la historia y aporte que han dejado los trenes en nuestro país, desde el 7 de julio del año pasado se está planeando la construcción del tren Interurbano que irá de Santa Fe a Toluca.
Finalmente no podemos olvidar a un transporte público tan elemental como elegante. A pesar de los avances tecnológicos y la gran cantidad de vehículos que utilizan combustibles, el gobierno de la CDMX, como el de muchas otras ciudades vanguardistas en todo el mundo, han decidido retomar el uso de la bicicleta y fomentarle por medio de sistemas de bicicletas colectivas, como es el caso de la Ecobici. Si bien se trata de un medio de transporte mucho más antiguo que el automóvil, hoy en día es la forma más práctica e inteligente de recorrer nuestras calles, pero sobre todo de disfrutar al máximo la ciudad y sus amplios flujos de información visual.
Foto Principal: Milenio
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