CDMX es una ciudad extremadamente demandante de nuestra energía. A diario nos enfrentamos con situaciones que pueden aumentar nuestros niveles de estrés: desde el tráfico en los trayectos que tomamos rumbo al trabajo o la escuela hasta las tensiones que surgen en las interacciones sociales o laborales que tenemos durante el día, no es por nada que estadísticas del Seguro Social revelaron que 75% de los empleados en la capital padecen de tensión laboral. Sumado a esto, la hiperestimulación auditiva y visual que nos rodea en la ciudad, por no decir “contaminación”, contribuye a aumentar los niveles de hostilidad, agresividad y a disparar la impaciencia que al final podría traducirse en deterioro físico/emocional, depresión, obesidad, etcétera etcétera.
Cuando nos estresamos, suceden tres diferentes cosas
1. Nuestros cerebros entran en modo de lucha o escape, lo que hace que nuestra perspectiva se reduzca. No vemos que tenemos opciones para hacer frente al estrés desde adentro de la vorágine.
2. Estamos tan ocupados tratando de resolver los problemas en los que estamos atrapados que no aprendemos a alejarnos del problema para tomar una decisión más objetiva.
3. Puede que no tengamos un vasto autoconocimiento para detectar el estrés hasta que es demasiado tarde, y carecemos de una lista de pasos a seguir para aliviar la situación interna.
El reconocimiento de los factores que nos provocan estrés en esta ciudad tiene que convertirse en un hábito, para que cuando estemos lidiando con una situación que nos rebase podamos entender que es posible prepararnos y protegernos ante ella.
Afortunadamente, hay varios caminos sustentados en el campo de la psicología que han dado excelentes resultados para el autocuidado y la prevención, que no son tan difíciles de planear.
SENSORIAL
Al sentirnos estresados es necesario calmar la mente; uno de los mejores hacks es el de concentrarse en las sensaciones que nos rodean: olores, sonidos, sabores, texturas… Esto nos ayuda a enfocarnos en el momento presente al darle un descanso a las preocupaciones. Ej: caminar por la ciudad, ir a un spa, leer en un parque.
PLACENTERO / CREATIVO
Una gran manera de salirse de la vorágine cuando estamos frente al estrés es emprender una actividad placentera para ganar mayor perspectiva. Es importante liberar la mente creativa en espacios de esparcimiento para poder afrontar la situación desde otro ángulo. Ej: cena en un restaurante desconocido, realiza un proyecto artístico, pasea a tu pero, toma fotos de la ciudad, conviértete en un turista de tu propia ciudad.
MENTAL
También podemos dar un impulso mental para entrar en un diferente patrón de pensamiento al realizar una tarea mecánica, terapéutica o ritualística que hayamos estado evitando. O simplemente, desafiar al cerebro de una forma innovadora. Ej: limpiar un cajón o clóset, manejar en carretera, leer un libro que no tenga nada que ver con tu profesión, inscribirte en un taller.
ESPIRITUAL
Entrar en contacto con el lado más humano, los valores que realmente importan, es una forma segura de hacer frente al estrés y fomentar una mente en calma. Las actividades que la gente define como espirituales son muy personales, debido a la diversidad de credos y religiones que existen en CDMX, pero una buena aproximación es entender que acciones desinteresadas contribuyen a levantar nuestro espíritu. Ej: pasar tiempo en la naturaleza, leer poesía, visitar templos, meditar, hacer una lista de agradecimiento.
EMOCIONAL
Lidiar con las emociones puede ser un reto cuando estamos frente al estrés. Tendemos a etiquetar las emociones como “buenas” o “malas”, pero esto no es útil. Saltarnos la negación para llegar a la aceptación de las emociones puede ser el hack más importante. Buscar ayuda profesional para entender nuestros patrones mentales debería de ser tan importante como ir a trabajar.
FISIOLÓGICO
El impulso físico es elemental para detonar hormonas como la dopamina y endorfinas naturales del cuerpo, así como para reducir el cortisol (la hormona del estrés), además que la actividad física nos ayuda a concentrarnos en nuestro cuerpo y a superar la excesiva racionalización que le podemos dar a un problema. Ej: correr, yoga, danza, bicicleta, dormir.
SOCIAL
Conectar con otras personas es una parte importante de los cuidados personales de prevención del estrés. Esto también puede significar recordar que otros han pasado por experiencias y dificultades similares a las nuestras. Hablar y expresarlas abiertamente nos sirve para drenar; escuchar la opinión de alguien de confianza nos suma perspectiva.
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