Algunos de los jardines más vistosos que ornamentan la Ciudad de México, capital de los más grandes eventos.
. . .
Cultivar un jardín es un acto precioso que no cualquiera se atreve a conseguir. Esto es porque el jardín requiere de creatividad, un espacio-tiempo y sobre todo mentes abiertas dispuestas a relajarse por un instante. Al jardín –una invención antiquísima que se retomó todavía con más prominencia en el siglo XIII–, lo hallas prácticamente en cualquier rincón del mundo y en toda época del hombre.
Recordamos los jardines botánicos erigidos por Tenochtitlán, los ornamentales plasmados en pinturas egipcias, los cuidados por filósofos griegos como Aristóteles –por cierto también un notable botánico–, los construidos para deleite de la gran Roma antigua, los erigidos de una manera sencillamente peculiar por los ingleses, muchas veces desbordados desde un hermoso laberinto verde, los asiáticos que en la contemporaneidad se han mostrado como los más sosegados y en fin, los que continúan trazando la estética de miles de ciudades que hoy están optando por cuidar de uno.
En la Ciudad de México, de hecho, existen algunos muy emblemáticos –no confundir con sus serenos parques o sus introspectivos bosques– que han dado matiz a ciertos escenarios urbanos que no serían tales sin los bellos pigmentos de sus jardines.
Si bien existen lugares tan clásicos como Xochimilco, la Alameda Central, el Jardín Bicentenario o la misma explanada de Bellas Artes que en buena medida han dedicado un espacio a la jardinería, esta vez decidimos ahondar sólo en aquellos que a pesar de su discretas ubicaciones –o algunos hasta por su poca relevancia turística–, figuran como un escenario realmente de ensueño donde sencillamente se quisiera estar.
A continuación algunos de los más exóticos:
Jardín de Frida Kahlo
Es el santuario natural que diseñó la propio Kahlo, en su Casa Azul, en donde se dice obtenía inspiración para sus obras. Todo tipo de cactáceas entre ellas biznagas, flores como girasoles, geranios, cempasúchil, enredaderas y algunos bellos árboles frutales se encontraban en este recinto. Le acompañaban algunas figurillas prehispánicas y un bello basamento piramidal al centro.
Jardín “Alcázar” de Chapultepec
No podemos excluir a uno de los jardines más simbólicos de toda la Ciudad de México, el Jardín Alcazar. “Construir castillos con terrazas ajardinadas”, era el sueño que Maximiliano volvió realidad en este espacio. Diseñado muy a la inglesa, aunque también con sus tintes romanos –como podemos apreciar en las esculturas de ninfas que le rodean–, este gran jardín debe de ser el área más vistosa de todo el castillo de Chapultepec; un laberinto de pasillos bicolor que fascinan por su carácter museístico. Entre los jardines te encontrarás con un detalle épico: el chapulín, sobre una fuente.
Jardín Botánico IBUNAM
Un jardín extraño, exótico, poblado e inquietante en el sur la ciudad. El Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM, posee el título del segundo más antiguo del país. Se trata de un espacio destinado a fungir como un museo viv de plantas; la historia herbaria de México se desglosa entre sus parajes, mismos que albergan unas 24 mil especies de plantas nativas, 300 de ellas en riesgo de extinción.
Jardín del Museo Dolores Olmedo
Este museo destaca por incluir una de las colecciones más grandes de la obra de Frida Kahlo y Diego Rivera, pero también por sus bellos jardines, que entre otras cosas, nos muestra nada menos que xoloitzcuintles, pavorreales, gansos y gallina de Guinea paseándose por ahí. Sus jardines mantienen, también, una colección incesante de plantas mexicanas, entre ellas el árbol de manita.
Jardín de la Catedral Metropolitana
Si bien este no e sino de los jardines más vistosos de la ciudad, figura con especial relevancia por su prestigiada ubicación –entre la apabullante arquitectura colonial de uno de los emblemas más destacados de la capital y ciertamente sobre un adoratorio azteca que hoy está sepultado–, además de que, en época primaveral, las jacarandas de su alrededor contrastan con su fontanal de una manera alucinante.
Jardín del Agua
Es un museo que forma parte del impresionante Cárcamo de Chapultepec, un lugar de por sí mágico. Se trata de una interesante apología al Sistema Hidráulico del Lerma que en algún momento abasteció de agua a la Ciudad de México. En este lugar puedes hallar estanques de agua, espectaculares obras de arte, arquitectónicas y pictóricas, y un hermoso jardín de cactáceas.
Jardín del Museo Franz Mayer
El Museo Franz Mayer posee uno de los claustros con jardín más hermosos de la capital. Su fuente central es un clásico de la arquitectura colonial, misma que se haya rodeado de una elegante geometría verde. No está de más mencionar que su patio goza una excelente acústica.
El Orquideario
Escondido entre los secretos que nos ofrece el Metro Refinería en Azcapotzalco, este Orquideario figura como un jardín muy especial de la capital, al contener cerca de 30 especies endémicas de esta flor y cientos de híbridos de diferentes sitios del mundo.
Mercado de Jamaica
Un jardín urbano que no puede faltar es este, el mercado de flores por excelencia. Este es un sitio que si bien, destina su existencia a fines comerciales, no deja de entretenernos con sus bellos colores y aromas que nos transportan a una primavera permanente. La oferta florar se hace aún más grande en fechas emblemáticas, como lo es el Día de Muertos.
Fotografia principal: Jardín del Castillo de Chapultepec / expedia.mx
Leave a Reply