Plutarco Elías Calles y otros políticos e intelectuales solían frecuentar las sesiones espiritistas del siglo pasado.
Aunque pocos son los libros históricos que hablan sobre la obsesión hacia las sesiones espiritistas por parte de los políticos del siglo pasado, existen varios textos y actas que constatan cada una de las sesiones que se llevaron a cabo particularmente en una casa de Tlalpan.
Se sabe que Francisco I. Madero era fiel creyente y asiduo de dichas sesiones, e inclusive existen fuentes que aseguran que la Revolución Mexicana fue inspirada por los espíritus de Benito Juárez y José María Morelos, personajes de la historia que se le aparecían a Madero para dictarle importantes gestiones (como el Plan de Iguala).
Pero además de Madero, existió otro presidente que frecuentaba las sesiones. Se trata de Plutarco Elías Calles, el militar y político originario de Guaymas, Sonora. Una vez al mes, en una casa de Tlalpan, un grupo de políticos e intelectuales se reunían para encontrarse con un médium y contactar a los espíritus del más allá.
Calles desarrolló una afición hacia el espiritismo, al grado de buscar otra clase de contacto con los espíritus. No le bastaban las sesiones. A solas, el político realizaba sus propios encuentros. Los fantasmas que ahí veía le contaban lo que ocurriría en la siguiente sesión.
Más de un centenar de actas fueron elaboradas en aquellas sesiones, las cuales fueron más tarde recogidas por el escritor italomexicano Gutierre Tibón y publicadas en un libro. Estas son algunas de las sesiones espiritistas más relevantes de Plutarco Elías Calles:
Julio 1941: Luis Héctor Álvarez y Álvarez hipnotiza al médium, Luis Martínez. Calles y el resto de los asistentes ven la presencia de globos luminosos. Aparece el incipiente espíritu, al cual el acta de la sesión describe como “El maestro Amajur”. El espíritu toca la cabeza de Calles y sirve un vaso de agua, toma una flor que se encontraba en el lugar y la deja en la bolsa del saco de Calles.
Julio 1941: Tras lo maravillado de la última sesión, el político regresa a la casa de Tlalpan para pedirle al espíritu que lo cure de una fuerte gripe.
Agosto 1941: Calles regresa con 30 litros de agua, para que Amajur deposite en ella poderes curativos.
Agosto 1941: Amajur toca las piernas de Calles. Niños espíritus aparecen y comienzan a tocar los instrumentos que se hallaban en la habitación.
Noviembre 1941: Un espíritu se acerca a Calles y deja sobre su regazo un piano de juguete. Un fantasma tira de su pantalón y Calles lo reconoce como “un hijo que había desencarnado a los cinco años”.
Mayo 1942: Una presencia escribe unas letras en la oscuridad y le da a Calles un mensaje que dice: “Se nos ha colado un negrito. A. de la Paz”.
Febrero 1943: Una luz envuelve al médium y lo hace levitar.
Agosto 1945: Amajur se acerca a Calles y le dice: “Dios me ha permitido venir a protegerte. Yo siempre estaré contigo.”
Plutarco Elías Calles murió dos meses más tarde. Y las siguientes actas de las sesiones describieron su presencia como ectoplasma.
Fuente: Nexos.
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