Cuando la vida surgió de un monstruo: Tlaltecuhtli, la diosa hallada en CDMX

Tlaltecuhtli fue encontrada en el 2006 en la Ciudad de México dentro de el Centro Histórico.

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La diosa Tlaltecuhtli es fundamental en la mitología azteca. De ella surgió la vida cuando se sacrificó ella misma y por ello la cosmogonía sobre el ciclo de vida-muerte, y la Tierra como devoradora de cadáveres y dadora de vida, permeó la “manera de entender el mundo de la sociedad mexica”.

La leyenda cuenta que Tlaltecuhtli era un monstruo colmado de ojos y bocas por todas sus extremidades, que mordía incesantemente. Los dioses Quetzalcóatl (Serpiente emplumada) y Tezcatlipoca (Espejo humeante) se transformaron en grandes serpientes y desgarraron a Tlaltecuhtli por la mitad. Su cuerpo produjo la vida como la conocemos. Sobre esta mitología Diana Magaloni Kerpel, ex directora del Museo Nacional de Antropología del INAH, nos comparte:

Una parte sirvió para formar el firmamento, la otra para hacer la tierra. Posteriormente los dioses hicieron con las partes de su cuerpo todas las cosas de vida: su pelo se convirtió en árboles, flores y hierbas; su piel, en los prados; sus incontables ojos, en pozos de agua; sus bocas, en grandes ríos y profundas cuevas; y sus narices en montañas.

De esta manera Tlaltecuhtli sería la primera víctima de la creación, y con ello la Tierra desearía más, como parte de un ciclo de vida y muerte. De algún modo la misma creación había dado su vida para que existiera lo creado.

Por todo lo anterior esta diosa fue importantísima para los aztecas, sobra decir que estaba “presente” todo del tiempo. Hace diez años en la Ciudad de México se hizo un descubrimiento muy relevante para la historia del país: fue encontrado el monolito más grande jamás descubierto de esta diosa en la intersección de las calles República de Argentina y Guatemala, en el Centro Histórico.

Sus dimensiones son de .17 x 3.62 metros. Hoy se exhibe en el vestíbulo del Museo del Templo Mayor y en celebración de la década de haber encontrado este importante vestigio, el INAH compartió el siguiente video que da luz sobre la religiosidad azteca que permeó su cultura en prácticamente todas sus manifestaciones.

Imagen Principal: INAH