The Fuzzy Logic Project deconstruye la contaminación acústica, convirtiéndola en una alternativa musical saludable.
De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud –OMS–, los sonidos superiores 70 decibeles –dB– es el límite superior deseable; es decir que escuchar en el día a día sonidos fuertes y constantes, probablemente afecte en la salud auditiva, física e incluso mental de los habitantes de muchas ciudades cosmopolitas. A todo el ruido del tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etcétera se le nombra contaminación acústica.
Actualmente, numerosos organismos internacionales han tratado de alertar acerca de los efectos a la salud sobre el sonido más alto que el límite superior deseable; como por ejemplo, la disminución significativa en la capacidad auditiva y el desarrollo de trastornos psicológicos.
Entre los organismos que han desarrollado tanto investigaciones como proyectos, se encuentra el diseño de Marta Santambrogio. The Fuzzy Logic Project tiene el objetivo de musicalizar los sonidos del tráfico. La idea es que cada vehículo se convierta en un instrumento y así, en conjunto con otros vehículos, puedan realizar una experiencia musical durante el tráfico.
Para Santambrogio, al viajar a India, el país con mayor cantidad de contaminación auditiva, encontró un espacio viable para su proyecto creativo. Fue aquí que seleccionó a triciclos motorizados llamados Tuk Tuks, reunió a a un grupo de músicos locales para crear una librería de sonidos instrumentales y así generó un concierto musical incesante a la hora de andar por la calle andando.
La idea de Santambrogio es musicalizar las calles a la hora del tráfico en India, y así reducir las consecuencias tanto de salud como ambientales.
¿Te imaginas cómo sería la Ciudad de México tocando música en vez de sonidos de claxon a la hora de un embotellamiento? Pues recordemos que la CDMX ha pasado por constantes etapas de contingencia en los últimos meses.
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