Películas que no sólo desafían temáticas y narrativa, sino la forma cinematográfica.
Ya es diciembre y en MXCITY seguimos con las clásicas listas que enmarcan lo mejor del año. Esta vez hacemos un recorrido de las películas mexicanas que dieron más de que hablar en el circuito de autor.
Pero, ¿qué es el cine de autor? Son un tipo de filmes que surgen con la Nueva ola francesa, un movimiento cinematográfico en el que los directores son CAUSA Y EFECTO de todos los procesos de una película. Es decir, el único responsable del proyecto y resultado de una cinta es el director que con una visión propia intenta plasmar el mundo en el que vive, llamando de eses modo a la reflexión del espectador.
Amat Escalante, La región salvaje 
Después de ganar el León de Plata al mejor director en el Festival de Cine de Venecia, Amat Escalante (Heli, Los bastardos y Sangre) construye una película sobre la sexualidad y la violencia he intenta trasgreden sus propios limites. Amat Escalante es sin lugar a dudas es uno de los mejores directores de cine en México, siempre provocador, siempre audaz, en La región salvaje construye un relato bastante arriesgado que juega con los géneros. Los protagonistas, Alejandra y Ángel son una pareja joven con dos hijos. Su vida sexual no satisface a ninguno, de hecho Ángel, un macho, homofóbico, que la engaña con un hombre.
Julio Hernández Cordón, Te prometo anarquía
Después de presentarse en el Festival de Cine de Locarno y en el Festival de San Sebastián Te prometo anarquía, el quinto largometraje de Julio Hernández Cordón, resulta ser una propuesta muy interesante acerca de las relaciones humanas, la juventud y patinetas. Te prometo anarquía es el resultado de una búsqueda plástica y sensorial dónde la relación amorosa de Miguel y Johnny, dos jóvenes que recorren en patineta la Ciudad de México, es el eje central. Esta pareja consigue dinero fácil vendiendo sangre ajena. Cuando les ofrecen una transacción grande en la que llegan a involucrar hasta cincuenta personas, a partir de ese momento, su relación no volverá a ser la misma. Un trabajo notable que refleja a la juventud. Destacando el trabajo actoral de Diego Calva y Eduardo Martínez “Pelukaz”, a quienes el director contactó a través de redes sociales.
Tatiana Huezo, Tempestad
Luego de su estreno en el Festival de Berlín, Tempestad dirigida por Tatiana Huezo, (El lugar más pequeño) ha recorrido diferentes festivales del mundo y ha ganado el premio Publico en el Festival internacional de cine de Morelia, entre otras muchas distinciones. Tempestad es un documental que explora el miedo que vivimos cómo sociedad.
Una cinta que muestra de manera profunda emocional la llegada de una mujer a una cárcel dominada por un cártel de narcotraficantes. Con bellas imágenes que construyen una atmósfera extraordinaria Tempestad conecta dos testimonios en un viaje a través de México, para construir el panorama de un país apresado por el crimen organizado.
Daniel Castro, Las Tinieblas
La segunda película de Daniel Castro ha tenido una vida muy nutrida en festivales de cine. En México fue presentada en el Festival internacional de Cine en Morelia, donde ganó el premio del público. En esta cinta vemos, escuchamos y sentimos un mundo post apocalíptico. La historia transcurre en un bosque cubierto por una densa neblina en el que en una cabaña aislada viven Argel, sus dos hermanos y su padre.
Cuando su hermano mayor desaparece, Argel comienza una búsqueda que lo llevará a descubrir los secretos que se esconden en la penumbra. Con atmosferas poderosas, Daniel Castro construye un mundo inquietante que crea una metáfora de la sociedad y habla del miedo que tenemos de los otros.
María José Cuevas, Bellas de noche
La Ópera prima de María José Cuevas explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. Presentada en el IDFA y el Festival internacional de Cine en Morelia, dónde ganó el premio al mejor documental, esta cinta nos muestra en todo su esplendor a las estrellas que brillan cuando el sol se mete.
Bellas de noche rescata las historias detrás de las luminarias del cabaret mexicano en los setenta y ochenta. A través de relatos y anécdotas estas vedettes hablan del olvido y como enfrentan el paso del tiempo. María José Cuevas elabora la estructura a partir de material de archivo, de entrevistas y subraya la importancia de estas mujeres en la vida diurna de un México que ya parece olvidado. La piel envejece, pero el alma no.
Jorge Miche Grau 7:19
La última película del director Jorge Miche Grau, cuenta con un gran reparto integrado por: Demián Bichir, Héctor Bonilla, Carmen Beato, Octavio Michel Grau, Azalia Ortíz, Oscar Serrano, Verónica Langer y Noé Hernández y ha sido presentada con éxito en el Festival internacional de cine de Guanajuato y en el Festival Internacional de Cine de Roma. 7:19 expone a dos personajes en medio de una catástrofe para la cual nadie estaba preparado, el temblor que azotó a la Ciudad de México en el año 1985.
Cabe mencionar que la atmósfera de esta cinta está muy bien lograda y logra meter al espectador a los escombros junto a los personajes.
Pepe Gutiérrez, Te prometo nunca regresar
El debut de Pepe Gutiérrez, lo hizo merecedor a la mejor Ópera prima en el Festival Internacional de Cine Documental de La Ciudad de México. Te prometo nunca regresar es una película que se construye a partir de tres líneas narrativas.
Una historia de desamor, una relación padre hijo, y la meta-narrativa de la realización de la película misma. A partir de una búsqueda a través de los mecanismos de la memoria, y una propuesta visual que apuesta por abandonar la grandilocuencia del formato panorámico y construir un relato desde un encuadre 1:1, surge una puesta en abismo que hace que el filme se desplace constantemente y nunca se clausure u ordene.
Pablo Chavarría, Las letras
La ultima película de Pablo Chavarría se presentó en CPH: DOX – Festival Internacional de Documentales de Copenhage y en el Festival Internacional de Cine Documental dei Popoli entre otros. Trata sobre Alberto Patishtán, profesor y activista indígena oriundo de Chiapas, que es injustamente condenado injustamente a 60 años de cárcel por el asesinato de varios policías. A través de una exploración sensorial de la memoria y la evocación, esta película construye un relato alejado de la dramaturgia clásica, los movimientos de cámara que constantemente nos sorprenden por su belleza estética y que juegan un papel importante crean una sensación de movimiento en contra punto con la estabilidad de Patishtán en la prisión. En la forma está la denuncia y su política.
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