El nuevo proyecto de Francisco Toledo busca hacer descubrir los detalles más sugestivos del icónico palacio.
Además de ser un artista plástico, Francisco Toledo también ha fungido como ambientalista, filántropo y activista; siempre ávido por difundir y conservar las obras que constituyen el patrimonio artístico mexicano.
De igual manera, el pintor mexicano ha incursionado en el sistema educativo básico de nuestro país. Hace tres años, Toledo diseñó materiales didácticos que promovían el arte nacional y el enaltecimiento de las lenguas indígenas. Pero su nuevo proyecto, pretende ser más que un libro de texto…
Se trata de Ilumíname, una fantástica iniciativa que consiste en la creación de dos libros para dibujar. Uno es del maravilloso Palacio de Bellas Artes, y el otro retrata el Centro de las Artes de San Agustín en Oaxaca, un centro fundado por el mismo Toledo dedicado a la formación artística.
¿Por qué el Palacio de Bellas Artes? Lo cierto es, que se trata del inmueble más icónico de la Ciudad de México. Tanto en su fachada como en sus entrañas convergen el arte, la cultura, la historia y la arquitectura.
Es quizá uno de los recintos culturales más visitados por los capitalinos y los turistas, al ser declarado por la UNECO monumento artístico en 1987. Es sabido que su construcción comienza a principios del siglo XX, que corrió a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari y que su fachada es una fusión entre los estilos de Art Nouveau y Art Decó. Sin embargo, existen detalles arquitectónicos que difícilmente se aprecian a primera vista. Es por esto que Francisco Toledo quiso crear este libro, porque “iluminando las partes de un museo, cuando regreses a él puedes poner más atención”.
Imagen: Ciudadanía Express.
Para el artista, resulta imprescindible que los niños conozcan sobre la cultura y la arquitectura, que reconozcan los inmuebles más emblemáticos del país y que sepan identificar sus detalles. Es así como nace el proyecto de Ilumíname, el cual trasciende el simple concepto de un libro para colorear y se vuelve una auténtica obra de enseñanza.
Cabe mencionar, que los dibujos que constituyen el libro fueron basados en las fotografías de Lorena Alcázar, una artista visual reconocida por capturar los aspectos más íntimos y sublimes de la arquitectura, esos detalles que difícilmente se podrían percibir a distancia.
En la Ciudad de México, se estarán repartiendo 500 ejemplares de este grandioso libro, una propuesta como ninguna otra que busca enseñar a través de una práctica divertida y llena de color.
Imagen principal: Farenheit Magazine.
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