Un breve repaso por el episodio de la piratería en México.
Naturalmente, la época de la piratería en el continente americano es coetánea a la Conquista. Decenas de embarcaciones españolas partían desde el Golfo de México, repletas de oro, plata y piedras preciosas que pretendían viajar hasta el Viejo Mundo. Desde luego, estas travesías despertaron el interés de varios piratas, esos hombres bandoleros que se dedicaban a saquear barcos y robar cuanta riqueza encontraran.
Durante el siglo XVI, España se había posicionado como uno de los países más ricos e importantes de Europa, lo cual causó revuelo y celos entre naciones como Francia, Inglaterra y Holanda.
Fue así como estos países, al no contar con navíos lo suficientemente poderosos, se aliaron con diversos piratas. De esta forma, los ambiciosos capitanes dejaban de ser piratas y se convertían en corsarios, hombres que contaban con permiso legal de saquear barcos.
Débora Ontiveros Ramírez, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia, sugiere que pese a que toda la península mexicana recibía el acoso de los piratas, fue Campeche el estado que más sufrió estragos. Cabe mencionar, que el gobierno de la Nueva España sí se esmeraba por combatir a los piratas, sin embargo, éstos realizaban alianzas con los nativos para conseguir apoyo en las batallas.
Piratas como Diego Bardillas “El Mulato”, Cornelio Jol “Pie de Palo”, Jacobo Jackson, William Parker, Rock Brasiliano, Granmont, Laurent Graff Lorencillo, Francis Drake y Henry Morgan se asentaron en Ciudad del Carmen, ya que se trataba de una zona idónea por su ubicación estratégica.
Es importante mencionar, que aunque los habitantes de Campeche vivían en un constante estado de temor a robos y destrozos, el puerto alcanzó mayor reconocimiento. El comercio del lugar incrementó, pues se estableció un intercambio con otros puertos del Golfo y del Caribe.
Más de 15 invasiones sufrió el estado campechano. Pero si una batalla marcó la etapa de la piratería en la zona fue la de principios del siglo XVII. La villa fue incendiada por piratas franceses, ingleses y holandeses. La caja de recaudaciones de la Corona fue hurtada y varios de los pobladores fueron tomados prisioneros.
El fin de la piratería en México no ocurrió hasta entrado el siglo XVIII, cuando se cerró la periferia de la villa con una gran muralla que el gobierno de la Nueva España mandó erigir. A partir de aquel momento, la ciudad dejó de recibir ataques piratas.
Aunque se trata de un episodio poco sonado en la historia de México, la piratería fue una etapa longeva y de impacto para los estados del Golfo en nuestro país. Resulta complicado pensar que hombres violentos y despiadados arribaron a nuestras costas para robar riquezas, causar destrozos en las calles y hasta hacerle daño a los habitantes. Pareciera más una historia de ficción, o una debacle que sucedió al otro lado del mundo. No obstante, se trata de un capítulo interesante y oscuro en la historia de nuestro país, que conviene conocer para acercarse un poco más a la identidad que nos constituye.
Fuente: Ontiveros, D. “Barcos y guaridas, una propuesta de investigación arqueológica de sitios de ladrones de los mares del Caribe”. INAH.
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