Frases para comprender la real, inspiradora y entrañable obra de Juan Villoro.
Juan Villoro nació en la Ciudad de México, un 24 de septiembre de 1956. Realizó sus estudios como sociólogo en la Universidad Autónoma Metropolitana; su talento para las letras lo han hecho fungir como agregado cultural de la Embajada de México en Berlín, profesor y redactor en distintos medios.
Nexos, Proceso, La Palabra y el Hombre y La Jornada son sólo algunas de las publicaciones que han visto el trabajo de Juan Villoro, un escritor cuyo estilo radica, sobre todo, en la pasión por la vida, la cotidianeidad mexicana y desde luego, el futbol.
Era 1991 cuando Villoro publicó su primera novela, El disparo de argón, sin embargo fue hasta 2004, con El Testigo que su reconocimiento y éxito como novelista arribó. A lo largo de las décadas, también ha escrito diversos cuentos, donde se hace presente su amor por las dádivas de la vida: música, literatura y deporte. Sin duda la obra de Villoro es una de las más influyentes cuando de literatura contemporánea en México se trata, y es que la obra que proviene de su puño y letra es única, inequívoca, vibrante, plausible y agradable a cualquier par de ojos que tiene la fortuna de encontrársela. Aquí alguna de sus mejores frases:
“Sólo un optimista podría fracasar con tal grandeza.”
“Todo placer tiene un componente ilusorio. Lo que deseamos se mezcla con lo que obtenemos.”
“Cuando las gradas enmudecen, confirman que el silencio siempre juega de local.”
“Lo mejor de mí eran los libros, no mi opinión sobre ellos.”
“Me pareció, más que nunca, una mujer escrita en arameo, la mujer que yo no podía leer.”
“El Necaxa es como la literatura, para las minorías ilustradas.”
“El distraído arte de decir una cosa para hablar de otra.”
“Tanto planeaba su viaje que a veces le parecía que ya había regresado.”
“La inteligencia sólo existe en un estado suelto, espontáneo, no puede ser una pose.”
“Dios les hiciera caso, sólo habría empates.”
“El amor tiene una necesidad de absoluto. No me refiero a su carácter posesivo, sino a la necesidad de compartirlo todo y conocer al otro, hasta donde eso sea posible.”
“Hay mentiras necesarias, falsedades que alivian.”
“Lo más importante de los libros son las manos que los entregan.”
“Nuestro grito de guerra “sí se puede” es un recordatorio de que los nuestros casi nunca han podido.”
“En México hay tres clases de basura: orgánica, inorgánica y electoral.”
“Los poetas se liberan del mundo con la lluvia y al mismo tiempo logran una melancolía llevadera, la de un día nublado donde ni siquiera lo peor es completamente atroz.”
“El amor es un intérprete obsesivo.”
“No es fácil prestarle los libros a alguien que los ama lo suficiente para no devolverlos. Entre perder una amistad y perder un libro, cualquier bibliófilo prefiere perder una amistad.”
“Los estadios existen para jugar a la magia. El mundo, para vivirla.”
“Me eligió como se elige un libro en una biblioteca. Ignoro si me escogió por el título, el lomo, la portada, la tipografía o por mi ubicación entre los libros. No sé qué clase de texto fui para ella.”
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