Con un artículo hermoso, el New York Times le rindió un singular homenaje a la CDMX.
La periodista del afamado periódico New York Times, Luisita López Terragrosa le hizo, hace unas semanas, un hermoso homenaje a la Ciudad de México en un artículo titulado Mi Ciudad de México está ahora en todos lados.
En esta pieza, Luisa López recorre con las palabras todos los pormenores de la ciudad en la que creció. La urbe en la que aprendió a leer y a escribir, donde se enamoró del Palacio de Bellas Artes y se maravilló con los murales de Rivera y Siqueiros. Aquí aprendió a andar en bicicleta en los caminos del Bosque de Chapultepec, flotó encima de una trajinera en Xochimilco y olió ese tufo agradable que dejan los elotes asados en las esquinas de las calles.
Además de llevarnos por todos esos rincones de su infancia , en este texto Luisa hace también una crónica del viaje de una chilanga que no ha visitado la capital mexicana hace décadas y que de pronto, ha regresado para reconocer o conocer el sitio que la vio nacer. La periodista nos cuenta que su hotel para esta travesía, se encontraba en la Colonia Roma.
Su primera parada fue La Clandestina, una mezcalería que según le dijeron sus conocidos, era la mejor de la ciudad, y que resultó perfecta para probar las delicias que el agave ofrece. Antes de llegar, se enfrentó a las primeras gotas de un típico chubasco de la CDMX y a las raras indicaciones que le dieron los policías y demás transeúntes que la mandaron por caminos distintos y le recordaron que perderse en esta enorme metrópoli es parte del viaje.
Según confiesa la periodista del New York Times, una vez que llegas la Ciudad de México, esta se mete en las entrañas. Entre las multitudes, las calles trazadas con líneas chuecas, los puestos de tacos y las calles repartidas entre las montañas, uno se da cuenta que está en uno de esos lugares del mundo, a la vez místicos y hermosos.
Luisa asegura que a pesar de todas las cosas malas que aparecen en las noticias, la Ciudad de México es un verdadero paraíso para los turistas, ya que ofrece un viaje en el que se puede comer en los mejores restaurantes del mundo, se pueden contemplar museos impresionantes, ser parte de tours interesantes y quedarse en hoteles que no le piden nada a otros países.
Quizá por eso, todos los años vienen 6.3 millones de visitantes. Por eso, somos el destino número 9 del mundo, y según algunos expertos, somos la ciudad más progresista de América Latina, además de ser la casa de 700,000 estadounidenses.
Luisa López, hija de un matrimonio puertorriqueño, pasó parte de su infancia entre las calles de la Zona Rosa. Aunque sus papás se la llevaron pronto, todavía recuerda la escuela en la que estudió, el edificio en el que creció y esa sensación de grandeza que pasa cuando una visita el palacio de Bellas Artes.
En su regreso descubrió dos cosas: que todos esos sitios de su infancia habían sido demolidos y transformados en edificios y que la Ciudad de México seguía siendo suya, ahora más que nunca.
De vez en vez, tiene un periódico como el New York Times que sacar un artículo así para que nos demos cuenta que vivimos en un lugar único en el mundo.
Fuente: New York Times
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