Por qué es importante voltear a ver el cielo este viernes.
Este 10 de febrero, el cielo de la Ciudad de México será la sede de una coincidencia astrológica pocas veces vista. Durante la noche y la madrugada, los capitalinos podremos ver, si las nubes y la contaminación lo permiten, un cometa, un eclipse y la mística Luna de la nieve.
Fuente: National Geographic
En primer lugar, como todos los inviernos, aparecerá en el cielo la Luna de la Nieve. Se le llama así desde la antigüedad, debido a que durante febrero las extremas condiciones climáticas (caracterizadas por las bajas temperaturas) hacían muy difícil la caza para las tribus nativas del norte que pensaban, al ver la Luna llena en estas fechas, que el frío nunca se iba a ir, y consideraban que la aparición del satélite significaba muerte.
Por otro lado, desde la seis de la tarde, un raro eclipse penumbral, en sus distintas fases, aparecerá en el firmamento el viernes. Dicho fenómeno se da cuando la Tierra se interpone entre la Sol y la Luna de tal modo que la superficie del satélite se sumerge en una oscuridad parcial. Esto significa que la Luna resplandecerá, pero con menor intensidad. El eclipse podrá ser visto a lo largo América del Norte, y durará por lo menos cuatro horas.
Finalmente, el sábado durante el alba, se acercará a la Tierra el pequeño Cometa 45P, también conocido como “Cometa de año nuevo”. Este hermoso astro, de cabeza verdosa, y cola en forma de abanico, pasará a 12 millones de kilómetros de nuestro planeta, lo que facilitará su avistamiento en la Constelación Hércules. Los interesados en observarlo necesitarán la ayuda de unos prismáticos, para lograrlo. Cabe destacar que este fenómeno no se repetirá hasta el 2022.
Como dato curioso, algunas culturas ancestrales pensaban que los cometas eran mensajes de los dioses que presagiaban cosas terribles: como terremotos, hambruna y hasta el apocalipsis.
Según los especialistas, estos tres eventos se podrán ver a simple vista. Por su puesto, se apreciarán mejor si decidimos alejarnos de las luces de la ciudad, por ejemplo, si vamos al Ajusco o a la Marquesa, y usamos algún instrumento como telescopio o binoculares que nos permita disfrutar de cerca los festivales de luces que de tanto en tanto ofrece el cielo.
Foto principal: El Universal
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