“Reflexiones: entre la alegría y la desesperación” es una increíble retrospectiva visual de Antonio Turok.
Si algo caracteriza a Antonio Turok es el compromiso humano que pone por encima de la adrenalina del fotoperiodista. El artista no busca los conflictos para inmortalizarlos con su lente y así ser acreedor a premios o portadas de periódicos, lo cierto es, que Turok pretende enlazar su vida a las tragedias que retrata.
Su más reciente exposición es prueba de esto, se llama Reflexiones: entre la alegría y la desesperación, y fungirá más bien como una clase de fotoperiodismo e historia que como una simple exhibición.
La ética y la poética son los ejes centrales que rigen la muestra, ya que a través de estas desgarradoras imágenes, Turok logra que cualquier espectador mire hacia lo más profundo del ser humano.
La mirada del artista es una mirada de tiempo y compromiso con la vida. Un ejemplo inequívoco de esto es una imagen que Turok tomó en Nicaragua. Mientras la Plaza de la Revolución se llenaba de gente y los fotógrafos buscaban retratar al comandante, Turok dirigió su atención y lente hacia el parto de un nuevo ser en el primer aniversario de la Revolución Sandinista.
Lo mejor de la exposición es que las imágenes que la componen no envejecen; son perennes. El documentalista es constantemente perseguido por el destino, pues ha sido partícipe de conflictos sin buscarlo. Como el 11 de septiembre en Nueva York, donde Turok se encontraba por casualidad.
Otro suceso es el de las guerrillas en El Salvador, un acontecimiento estremecedor donde las fotos hacen al público cuestionarse si el humano realmente ha aprendido algo de la historia.
Hay quienes ante las debacles huyen sin pensarlo dos veces, pero Turok decide mostrar la alegría de documentar el tiempo en el que le tocó vivir. Por este motivo, el nombre de la exposición hace alusión a la reflexión y la alegría.
La muestra está compuesta por 208 imágenes en plata y gelatina. De igual manera, hay libros, revistas y videos que dan cabida a la sensación de adentrarse al mundo que el documentalista vivió.
Sí se puede aprender de la fotografía, porque finalmente es un arte. Y el fotoperiodismo es un artífice clave en la sensibilidad y la historia; es preciso decir que Turok es de los fotógrafos que además de ser talentosos y sumamente estéticos, logra despertar hasta a los más asépticos espectadores.
Reflexiones: entre la alegría y la desesperación
Dirección: Museo Archivo de la Fotografía. República de Guatemala 34, col. Centro.
Fecha: Hasta el 20 de febrero.
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