¿Qué era México antes de ser México?
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El terreno que hoy constituye el Valle de México es un paraje que lleva habitado más de 7000 años. Lo cierto es que se trataba de un lugar con excelentes condiciones ambientales, que fácilmente dieron cabida a la aparición humana y a una de las ciudades más importantes de Centroamérica.
Cuicuilco y Teotihuacán fueron de los primeros asentamientos, sin embargo, ahora son solamente sitios arqueológicos, que con increíbles vestigios nos cuentan un poco sobre nuestros antepasados. Sin duda es Tenochtitlán el “centro del universo azteca”, que ha prevalecido siglos, desde haber sido la tierra prometida, hasta la Nueva España, y ahora la Ciudad de México. Todo esto posible gracias a la urbanización de los aztecas.
En el centro del Valle de México, a más o menos 2,200 metros de altitud, se ubicaba el lugar que fungiría como el territorio ideal para edificar la capital en 1325. Este valle destacaba, como es bien sabido, por el sistema lacustre que lo rodeaba. Los cinco lagos de Xochimilco, Chalco, Texcoco, Zumpango y Xaltocan constituían 2000 kilómetros cuadrados.
De las civilizaciones mesoamericanas, hay que resaltar el Periodo Posclásico, donde la migración definió las sociedades. Los aztecas llegaron a Tenochtitlán gracias al mandato de su dios Huitzilopochtli, quien les ordenó a unos sacerdotes que lideraran a su pueblo hacia el lugar donde se encontrara la visión de un águila devorando una serpiente.
La historia nos cuenta que la tierra prometida fue descubierta tras casi un siglo de vagar, pero en cierto modo, valió la pena, pues era el lugar idóneo, prácticamente el paraíso por sus estupendas condiciones.
De primera instancia, es importante mencionar la fertilidad de la agricultura, que existía gracias a la profusa cantidad de lagos y manantiales, que además lograban suministrar a una población grande. De igual forma, era abundante en materias primas como la madera y los minerales.
Así como las inundaciones que han arrasado con esta ciudad a lo largo de la historia, también en Tenochtitlán este fenómeno significaba ciertas problemáticas. Por este motivo, se tuvo que emplear un sistema hidráulico que aprovechara el agua y la reutilizara para la actividad de cultivo.
De esta forma nacieron las chinampas, esas balsas donde se cultivaban productos. También, los aztecas lograron con su sistema la apropiada separación del agua, que más tarde evolucionó a los acueductos que abastecían a la población.
Más tarde se trazaron las calzadas, que sin duda fueron caminos que comenzaron con la urbanización oficial de aquella ciudad. Voltear a ver la labor de nuestros antepasados resulta imprescindible, pues realmente es no solo un antecedente de trabajo industrial e infraestructural, sino que son ejemplos de urbanización que podrían rescatarse para hacer de esta ciudad, de nuevo, la tierra prometida.
Fuente: Urban Networks.
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