Una iniciativa que pretende recordar que en los cruces, el peatón siempre tiene prioridad.
Miles y miles de pasos peatonales constituyen las arterias de esta urbe. Día con día, los capitalinos cruzan las calles para llegar a sus trabajos, hogares o simplemente por el mero disfrute que abunda en el concepto de caminar una ciudad. Pero los peatones tienen que convivir con otras personas que deambulan por las calles, y que optan por moverse en transportes sobre ruedas.
En ocasiones, la relación peatón-automóvil no es la más óptima, o más bien, no es la ideal. Pese a que existen señalamientos en los cruces que claramente estipulan cuándo un transeúnte debe cruzar y cuándo no, hay veces que esta práctica se ve interrumpida por algún coche, moto o bicicleta que quiere doblar para ingresar a una nueva calle. Sucede que el peatón debe voltear su cabeza hacia atrás para ver si es ese el caso, y esperar a que los vehículos pasen, cuando en realidad, debería ser al revés.
Según el más reciente Reglamento de Tránsito, en las calles de esta ciudad, el peatón es el número uno en el nivel de prioridad. Y en el norte de California, una persona creó un nuevo sistema de señalamiento, que le advierte a los automóviles que un peatón está cruzando, y que debe esperar antes de girar para incorporarse a una nueva calle.
El ingeniero de tráfico Rob Stinger propuso una solución a este problema, que día con día acontece en las metrópolis más habitadas y congestionadas del mundo. Se trata del Borde Amarillo para Peatones, un nuevo señalamiento que los peatones pueden detonar presionando un botón mientras esperan su turno para cruzar.
El invento funciona así: puntos de luces amarillas LED iluminan el marco de la tradicional señal digital para peatones. De esta forma, quien viene manejando se ve atraído hacia esta nueva luz y comprende que alguien está por cruzar y debe detenerse y aguardar a que pase y después continuar con su camino.
Esta señal fue piloteada en California en cinco diferentes intersecciones de Redding. Y los estudios que comparan la situación previa y posterior al invento sugieren que las nuevas luces que se le agregaron al señalamiento han ayudado a reducir los conflictos entre los autos y los peatones.
Cabe mencionar que esta idea va a llegar a funcionar por completo cuando todos los que recorren las calles de una ciudad están familiarizados con este nuevo tipo de señal. El objetivo es que comience a implementarse en los cruces de calles medianamente transitadas, para después ser introducido en las avenidas más importantes.
Lo cierto es que se trata de un genial proyecto, con muchos beneficios y que bien podría replicarse en la Ciudad de México. Las luces amarillas podrían ser un complemento que de ahora en adelante se empiece a incluir en los señalamientos de peatones, pues realmente no requieren de ninguna complicación y ayudan a mejorar la armonía vial.
Es posible imaginar que la nueva generación de diseñadores y mapeadores urbanos comiencen a imaginar este invento como una opción pertinente, porque hay que recordar que la seguridad de los peatones es tan importantes como el flujo del tráfico en las importantes intersecciones de una capital.
