Esta Semana Santa el horror se apoderará del cine.
Aunque no muchos lo saben, México tiene una gran tradición de cine de terror, de hecho, la primera película nacional de este género, se estrenó en 1933 y se trató de la legendaria Llorona. Más adelante, se sumaron a este cine muchos autores que desplegaron su talento oscuro y entregaron a la filmografía de nuestro país una serie de cintas acerca de vampiros y supersticiones que protagonizaron la cartelera de los años 30 y 40.
Desafortunadamente, gracias a la consolidación de Hollywood las películas de terror mexicanas se hicieron cada vez más esporádicas y tuvieron poca respuesta del público. Esto cambió con la llegada de Kilómetro 31 una película de horror muy exitosa que le permitió a las audiencias retomar la confianza en este género.
Aunque las propuestas todavía no son muchas, este fin de semana se estrena con 200 copias, La posesión de Altair, una película de horror, dirigida y producida por Víctor Dryere un talentoso cineasta obsesionado con el terror, que durante cuatro años se dedicó a filmar en Monterrey un falso documental, al más puro estilo del Proyecto de la Bruja Blair.
La idea de esta cinta se gestó cuando el artista vio algunos videos de la boda de sus papás en un proyector. Esta experiencia, lo conminó a pensar en un proyecto y meses después a filmar en una sola locación (una casita en medio del bosque) la historia de una pareja de los años setenta, cuya dinámica se ve profundamente afectada cuando Altair, la mujer, empieza a experimentar una serie de dificultades mentales y su esposo decide grabar los contratiempos emocionales de su cónyuge con una cámara de 8 milímetros.
Más allá de la gran historia y las buenas actuaciones, es importante mencionar que La posesión de Altair no es una película común. Entre otras cosas, porque todas las escenas fueron filmadas con cámara en mano para dar esa terrorífica sensación de realidad que genera atmósferas intimistas y hace que el espectador sienta un miedo profundo.
A pesar, de que la película se estrena en poco tiempo, es importante destacar que hasta ahora La posesión de Altair ha visitado exitosamente diversos festivales y países tan lejanos como China, Finlandia, Corea del Sur y Brasil, donde ya tiene un buen número de seguidores.
De vez en vez, vale la pena darle una oportunidad al cine hecho en México, sobre todo si es bueno y si intenta desafiar lo que hemos visto antes, ese es el afortunado caso de La posesión de Altair, que podremos encontrar en CINEMEX y CINÉPOLIS de las siguientes ciudades: