Los diseñadores de esta ciudad podrían generar un relevante impacto en la sociedad.
Según el Laboratorio para la Ciudad, no hay diseñador que tenga mayor responsabilidad que el que trabaja en el gobierno. Las decisiones de carácter infraestructural que se toman afectan directamente a la sociedad, y por este motivo, resulta importantísimo darle mayor protagonismo a la parte del diseño.
Hoy por hoy, dentro de los colectivos gubernamentales que se encargan de construir o revitalizar espacios públicos, casi no existen diseñadores cuyo enfoque radique por completo en temas de sustentabilidad o innovación.
Los diseñadores entran a las obras en la etapa final, cuando la funcionalidad de los proyectos ha sido establecida y solamente resta agregar la parte estética. Pero embellecer las construcciones es únicamente una parte del proceso, hay que empezar a incluir a los diseñadores desde que los proyectos se comienzan a gestar.
Actualmente, concebir a los diseñadores meramente como artífices de la belleza es completamente erróneo, por no decir superficial. Los que estudian y ejercen en esta rama son verdaderos conocedores, que saben resolver problemas y necesidades específicas de la ciudadanía a través de procesos eficientes.
Con esto en mente, resulta pertinente decir que la Ciudad de México debe darse a la tarea de generar diseñadores y profesionales conscientes, preocupados por el futuro de su capital y no únicamente por las problemáticas que surgen día con día.
Es por esto que el Laboratorio para la Ciudad se ha dado a la tarea de brindar un acercamiento a temas de diseño responsable y proactivo, que trasciende la estética y tiene como objetivo impulsar el cuestionamiento entre los diseñadores, para que lograr un procedimiento metódico que cree soluciones funcionales.
Este experimento se llama Diseño para la Ciudad, es una iniciativa que pretende apoyar la creación de una red de diseñadores, dentro y fuera del gobierno, que sea más partícipe en la toma de decisiones citadina. El proyecto reúne a aquellos que quieren generar cambios positivos, que transformen la ciudad en un mejor lugar para vivir.
Temas como el impacto ambiental, la sustentabilidad y la inclusión social son aspectos que deberían empezar a tomarse en cuenta en los proyectos infraestructurales de la ciudad. Y esta premisa es la que busca alcanzar la iniciativa de Diseño para la Ciudad.
Pronto, nacerá un gremio comprometido, que se encargue de incluir la responsabilidad ética y social en el diseño de la CDMX. La realidad es que involucrar a los diseñadores en la toma de decisiones que afectan a la ciudadanía podría generar un importante y relevante cambio en la sociedad. Si quieres conocer más de la iniciativa, ingresa aquí.