El secreto mejor guardado de los amantes de la comida nipona…
Cada restaurante de la Ciudad de México tiene una historia que contar. Basta con poner un píe adentro, percibir su atmósfera, oler los vapores de su comida, probar sus especialidades y hablar con los que trabajan ahí, para comprender profundamente lo que los artistas de la cocina de esta urbe nos quieren expresar a través de sus obras de arte culinarias.
Un ejemplo perfecto de lo anterior está en el corazón de Polanco y se llama Kazu´s Kitchen un restaurante íntimo de tradición nipona, con pocas mesas, muchos meseros amables y una decoración sofisticada que nos hace pensar que hemos entrado a un local gourmet en el centro de Tokio.
Pero además de esta magnífica atmósfera que está esparcida en todos los recovecos del lugar, lo que hace tan especial a Kazu´s Kitchen es su poderosa cocina, un laboratorio gastronómico donde se producen un buen número de platillos soberbios que entran al paladar suavemente y poco a poco se abren paso en el corazón, donde se quedan por siempre.
La responsable de estos sabores atemporales es Kazu Kumoto, una chef japonesa que lleva más de 37 años haciendo comida japonesa en la CDMX, y que con su talento y sus manos mágicas ha roto miles de esquemas en cuanto a género se refiere, y se ha posicionado como una de las mejores cocineras de nuestro país, tanto que fue la responsable de crear la carta en el primer vuelo México – Japón que hubo en la historia.
La prueba de esta brillante trayectoria está en Kazu´s Kitchen, un espacio en el que cada platillo está hecho ingredientes frescos, a veces nacionales, a veces importados, que le dan a la comida de este establecimiento un toque elegante y original. Aquí el salmón viene del mar, no de granjas y el arroz se hace artesanalmente en una máquina especial, lo que le da una consistencia perfecta y única.
Dicho lo anterior, es inevitable no hablar del artístico menú que se ofrece en este restaurante; una carta venida de las entrañas de Japón en la que hay un gran abanico de opciones que se adapta de una manera orgánica a los gustos de los comensales chilangos.Y aunque todos los platos son deliciosos, vale la pena hacer una serie de recomendaciones contundentes.
Para empezar este viaje culinario al lejano oriente, proponemos el témpura de verduras, específicamente los espárragos que con su singular forma y su consistencia exacta conquistan a cualquier persona, le guste o no la comida japonesa.
Valdría la pena pedir también un tazón de pescado hamakhi, o un famoso dragón roll de anguila cuyo sabor y presentación desafían todo lo que hemos probado antes en cuanto barras de sushi.
Finalmente, son altamente recomendables los niguiris, una de las especialidades de la chef Kumoto, que sobresale entre todos los platillos por la variedad de pescados con los que se prepara, y porque además de estar marinados con sake, se sirven flameados en tres temperaturas distintas.
Los postres y las bebidas no se quedan atrás, pero sobre todo conviene terminar esta experiencia oriental con un ancestral té verde, una infusión deliciosa que con su sabor contundente es capaz de contarnos la historia de este restaurante, uno de esos lugares que nos permiten viajar sin salir de la Ciudad de México.
Dirección:Isaac Newton 105, Polanco V Secc.
Reservaciones: 5280 4818
