Una calle estrecha llena de casas coloniales y tétricos mitos urbanos…
En el corazón de Coyoacán, en el Barrio de Santa Catarina, existe una calle empedrada que no tiene más de cuatro metros de ancho, sus inmuebles viejos, estilo colonial la convierten en una arteria preciosa y aterradora, una combinación mortal que desde hace cien años la han convertido en la sede muchas escabrosas leyendas que todavía hoy resuenan en el tiempo.
Las historias en torno al Callejón del Aguacate son muchas, y todas tienen un final trágico. Según algunos habitantes del lugar en los días con viento y cielo nublado todavía se escuchan los gritos desesperados de los fantasmas que encontraron la muerte en esta calle ¿será cierto?
De entre todos los mitos que hay acerca de este misterioso callejón, hay uno que se remonta a los años treinta, cuando llegó a vivir ahí un militar cuya cabeza estaba atrofiada debido a sus terribles experiencias bélicas que había vivido. Para aliviar sus ansiedades del pasado, todos los días este ex soldado salía con su uniforme a tomar el aire y le daba largas vueltas al barrio.
Según la leyenda, en estas largas caminatas se le aparecía un niño fascinado con las medallas que el soldado portaba en su camisa, y con mucha ingenuidad se le acercaba y le pedía que jugaran. Esta petición enervaba los ánimos del militar, tanto que un mal día decidió terminar violentamente con la vida del pequeño, dejando como testigos de esto a un frondoso árbol de aguacate que está en la mitad de la arteria y a un misterioso monje que, desde las ventanas de su claustro, vio la escena.
Cuentan las crónicas del momento, que tras el incidente el atormentado hombre se arrepintió de haber cometido su horrible asesinato, y con el objetivo de sanar sus heridas y ganarse unos puntos en el cielo, mandó poner en la esquina del callejón el altar de una virgen, para que cada persona que pasara por ahí expiara sus pecados con un Padre Nuestro.
Desde esa época hasta ahora, hay quienes aseguran que cuando uno se acerca al antiquísimo árbol de aguacate, que todavía yace en el centro del callejón, se pueden escuchar los gemidos del niño. Incluso hay personas que afirman haber sentido la presencia del infante y hasta han visto su rostro incrustado en la corteza del árbol.
Por si lo anterior fuera poco, algunos vecinos del Barrio Catarina han asegurado que ocasionalmente, si uno se para en la esquina del callejón en la media noche, verá como la virgen de la esquina llora lágrimas de sangre.
Se crea o no se crea en fantasmas, vale la pena visitar el emblemático Callejón del Aguacate en Coyoacán, un lugar que huele a pasado y en el que el tiempo parece haberse detenido.
Dirección: Aguacate 19-31, Santa Catarina, Coyoacán, 04010 Ciudad de México, CDMX