Los jóvenes recibieron entrenamiento para el combate militar y orientación en el pensamiento de Kim Il-sung.
Durante la Guerra Fría el mundo estaba dividido en dos bloques: el comunista y el capitalista. Ambas ideologías querían que su sistema político se instaurara a nivel mundial. Antes de que se disolviera, la Unión Soviética brindaba educación a jóvenes provenientes del tercer mundo en la Universidad de Amistad con los Pueblos Patricio Lumumba.
En 1965 un grupo de adolescentes mexicanos en la URSS –que apenas superaban la mayoría de edad– se encontraban becados por un intercambio cultural y creían que la nación estaba lista para un cambio social como lo habían hecho jóvenes ambiciosos en Cuba, en 1959. Por lo que se organizaron y decidieron crear el Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR).
Los del MAR no tenían planeado llevar a cabo un golpe de estado, sino que pensaban que cuando ellos regresaran se iba a dar una movilización mucho más grande y se podrían sumar, sin embargo, “se dieron cuenta de lo que pretendíamos y no sabíamos ni usar una resortera; un entrenamiento militar era una tarea que era imposible hacer a un lado”, según contó un ex miembro.
Ya de vuelta en México decidieron buscar dicho entrenamiento en las embajadas de cinco países considerados socialistas. Vietnam y Argelia aceptaron, pero debían estar como soldados de retaguardia. Por otra parte, Cuba se negó debido a su buena relación con el país. China les dio luz verde, pero no financió el viaje. Finalmente Corea del Norte aceptó y absorbió todos los gastos.
Para 1969 más de 50 mexicanos viajaron al país gobernado por Kim Il-sung y durante ocho meses los veteranos de la Guerra de Corea les enseñaron a ensamblar y desactivar bombas; el uso de distintas armas de diferentes calibres y la sobrevivencia extrema tanto en ambientes rurales como urbanos. De igual manera, se les inculcaba “la ideología del líder supremo”.
La inteligencia de Corea del Sur se enteró de este movimiento y le informó al gobierno mexicano, quien rompió relaciones diplomáticas con Corea del Norte. El grupo llegó a México en 1970 y en meses posteriores gran parte de ellos fueron detenidos y encarcelados en el Palacio Negro de Lecumberri, mermando la intención que tenían. Otros miembros, con el tiempo, llegaron a formar parte de partidos políticos, pensando en que esta era la verdadera manera de cambiar este hermoso país que necesita un cambio desde hace mucho.
Autor: Alejandro Nájera.