El arte de descubrir lo que fuimos…
Últimamente las noticias de nuestro país se han llenado de descubrimientos arqueológicos. Esto se debe, entre otras cosas, a la profunda remodelación que se está haciendo del Zócalo y sus alrededores, y a la labor cotidiana de los especialistas del INAH, que han tenido la pericia de dilucidar todo lo que se ha encontrado en el subsuelo de la capital mexicana.
Aparentemente, sólo bastó quitar algunas capas de concreto del Centro Histórico para encontrar un templo del dios del viento, una torre de 650 cráneos, el Zócalo original y hasta una ofrenda de oro escondida en un horno de piedra.
A todos estos asombrosos descubrimientos, se sumó uno igual de importante. Hace un mes, encontraron a escasos centímetros de la Plaza de Pino Suárez los restos de una construcción prehispánica que aparentemente fue usada como templo o espacio sagrado del Calpulli.
De acuerdo a algunas crónicas de la época, los Calpullis eran las unidades sociales en las que estaba dividida la capital azteca. Había 20, 8 de los cuales representaban los grupos de fundación originales de Tenochtitlán. Entre estas últimas, destaca el barrio de Cuezcontitlan que fue estratégico, porque desde ahí se distribuían los insumos que llegaban a la urbe ancestral de lugares lejanos.
Fueron precisamente los vestigios de Cuezcontitlan los que fueron hallados en plena remodelación de la cara sur del Centro Histórico. Lo que se encontró exactamente fue un basamento de 25 metros cuadrados que conserva en su interior fragmentos de cerámica Azteca del año 1439. Este material le hizo pensar a los especialistas que el hallazgo fue parte de un edificio que estuvo activo a lo largo del siglo XIII, y que probablemente fue usado por la élite para realizar rituales religiosos.
La arqueóloga responsable de este afortunado encuentro dijo que cuando se iniciaron las excavaciones habían pocas esperanzas de descubrir rastros de arquitectura prehispánica, ya que en esa zona de la ciudad hubo una gran afluencia de españoles durante la colonia y se pensaba que no habían dejado mucho.
No cabe duda que 2017 ha sido un año sumamente importante para entender una parte de todo lo que fue el Imperio Mexica. Logros como este, nos indican que lo que se está encontrando es sólo el inicio de la historia secreta de nuestra esencia.