Entre sus clientes frecuentes se han encontrado Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska…
En todas las ciudades hay lugares que están ocultos para el transeúnte común. Uno de los mejores ejemplos es El Burro Culto, una selectiva librería de la colonia Roma, cuya dirección es secreta y que sólo llegan los lectores más ambiciosos para saciar su sed de conocimiento.
Max Ramos –dueño del lugar y bibliófilo especializado en dramaturgia– decidió que ocultaría el domicilio del Burro Culto debido a que en sus primeros años lo asaltaron y se llevaron textos irrecuperables de mucho valor. Piensa que el verdadero interesando hará lo posible por ir a este aposento, al cual recibirá con café o vino y una charla amena.
La librería cuenta con más de siete mil volúmenes, resultado de un arduo trabajo de 18 años y se divide en: Historia de México, literatura mexicana, primeras ediciones de letras hispanas y una mezcla que junta arquitectura, fotografía, filosofía, matemáticas del siglo XIX y derecho antiguo.
Entre los textos más valiosos que ha tenido a la venta han sido primeras ediciones firmadas de Pedro Páramo, de Juan Rulfo; Rayuela, de Julio Cortázar; Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez; primeras ediciones de autores internacionales como Herman Hesse; correspondencia presidencial y hasta un ejemplar de Indumentaria mexicana, el primer libro explicativo de la zona maya, escrito por un coronel belga, con grabados de Antonio de Castañeda del que sólo hubo 200 ejemplares.
Debajo del suelo de madera, Max y algunos de sus socios han enterrado un baúl con 50 obras que representan la literatura mexicana. Libros de autores como Fernando del Paso, Jaime Sabines, Alfonso Reyes u Octavio Paz están sepultados esperando a que alguien los encuentre “como quien encuentra una reliquia egipcia”.
Para visitarla sólo tienes que hacer cita en algunas de las otras dos librerías del dueño, que son El Hallazgo, en avenida Mazatlán 30, colonia Condesa o Librería Jorge Cuesta, en calle Liverpool 12, colonia Juárez.
Autor: Alejandro Nájera.