Resulta especialmente vibrante adentrarse a la historia de los parajes que constituyen esta urbe…
Pese a que la creación oficial de la delegación Benito Juárez data de la década de los 40, su historia se remonta a la época prehispánica. A decir verdad, los nombres de varios ríos, calles, avenidas e incluso colonias dan fe del paso indígena por esta emblemática zona citadina.
El territorio de la actual delegación se situó dentro de la cuenca que limitaban las sierras del Ajusco, Pachuca y las Cruces. Por su parte, los cuerpos de agua limítrofes eran el Río de la Piedad y el Río Churubusco. Es importante mencionar, que hallazgos realizados en la delegación evidencian la presencia teotihuacana y mexica en parajes como Xoco, Portales y Tlacoquemécatl.
Un claro ejemplo es el monumento prehispánico que se halló cercano a Mixcoac, aquel basamento piramidal de San Pedro de los Pinos dedicado al dios Mixcóatl. Y es que lo cierto es, que durante la peregrinación, los grupos indígenas dejaron signos de su cultura, como el rito a Huitzilopochtli y la organización política, social y económica que permeó Tenochtitlán.
Luego de la Conquista, en el siglo XVIII, la zona de la actual Benito Juárez abarcaba los barrios de Actopan, Santa María Nonoalco, Santa Cruz Atoyac, La Candelaria, Los Portales y San Andrés.
Pronto aumentó la industria ladrillera, pues la incipiente Ciudad de México demandó la producción de ladrillos. Así, la aledaña zona Benito Juárez fue el mercado para la capital en materia de construcción. Por este motivo, hacia 1855, muchos de los vecinos que perdieron sus ejidos por el nuevo trazo capitalino, tuvieron que convertirse en obreros.
Hernán Cortés tenía señoría jurisdiccional en las tierras del marquesado. El español era quien nombraba a las autoridades civiles. Y por este cometido, los pueblos, haciendas, tierras comunales y ranchos que conformaban la delegación estuvieron sujetos al Corregimiento de Coyoacán. No fue hasta 1810, con la disolución del Marquesado del Valle decretado por el rey de España, que lo administrativo y judicial de la Benito Juárez dejó de depender de Coyoacán.
Para 1899, se dispuso la municipalidad de México, con 17 prefecturas municipales. Dentro de Tacubaya, Mixcoac y Genreral Anaya quedaron integrados los espacios de la actual delegación. Entre las principales colonias que nacieron destacaron la Del Valle, la California, la Berlín, la Laguna, El Zacate y la Carrera Lardizábal.
Tras la Revolución Mexicana, los productores locales siguieron comercializando pulque, flores y frutos. De igual manera, los tranvías favorecieron el acceso a las localidades dentro de la Benito Juárez. En la década de los 40, se fraccionó la capital en cuatro delegaciones: Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
Para mitad del siglo XX el crecimiento urbano protagonizó las calles de la zona. Y en lugar de casas, la tendencia fue levantar edificios residenciales. Prueba de esto son colonias como la Nápoles, donde las torres se impusieron ante las vecindades. Hoy por hoy, Benito Juárez se posiciona como una de las delegaciones más importantes, conocida por ser una de las que cuenta con mejor calidad de vida y más de 300,000 habitantes.