Luego de 4 siglos después de la conquista, gracias a las exploraciones arqueológicas, Tlatelolco va revelándonos sus misterios.
Como sabemos, Tlatelolco, aunque de algún modo formaba parte de Tenocthtitlán, era también un barrio aparte. Este lugar, que albergó el mayor mercado de Mesoamérica, fue el lugar de refugio de los desplazados por los propios mexicas.
Y de esta manera, Tepito, que forma parte de esta zona, ha sido también un lugar milenario de resistencia. Recientemente fue encontrado un basamiento en honor al dios del viento Echécatl-Quetzalcóatl en Tlatelolco.
Luego de este descubrimiento, que hace que el mundo vuelva a poner los ojos en Tlatelolco, vale la pena hacer un recuento de la actividad arqueológica que este año cumple 72 años en la zona.
Sabemos que luego de la conquista la Corona española se empeñó en suplantar la cultura prehispánica con las nuevas alusiones imperiales y religiosas. Por ello en la ciudad no se hicieron trabajos arqueológicos hasta finales del siglo XVIII. Así, durante tres siglos se mantuvieron enterrados los vestigios milenarios que hoy, podríamos decir, apenas estamos conociendo.
Tlatelolco no fue la excepción. Hoy hacemos un recuento de los descubrimientos e investigaciones más importantes en esta zona y algunos en el centro histórico. Los más recurrentes iniciaron hace 72 años, aunque tambié sucedieron capítulos anteriores de gran importancia.
1790: Fue encontrada por casualidad la gran diosa Coatlicue enterrada en los patios del antiguo edificio de Santo Domingo y la Piedra del Sol. Fue un gran parteaguas en la arqueología nacional y en el posterior interés por Tlatelolco. La Piedra del Sol fue conservada en la base de un campanario de la Catedral Metropolitana.
1839: Poco antes de esta fecha, el estadounidense S. Morton publicó un tecto, Crania Americana, sobre la deformación de los cráneos con sentido ritual por parte de los tlateloltecas.
1900: Con el motivo del aniversario de la independencia, Porfirio Díaz ordenó excavaciones en la zona de Tlatelolco con el fin de reunir un acervo de piezas y vestigios para enviarlo a Madrid por la muestra del Centenario de la Independencia de México.
1939: Nace el INAH.
1944: Pablo Martínez del Río menciona datos de excavaciones realizadas en Tlatelolco, aludiendo sobre todo a numerosos restos humanos y a un aro de juego de la pelota con alusiones al Tepozteco, por lo que también se cree que pudo haber sido un receptáculo para pulque. Vuelve el furor sobre Tlatelolco; el estadounidense Robert H. Barlow propuso un proyecto de investigación interdisciplinario en los terrenos frente al atrio de la iglesia de Santiago, idea aceptada por el INAH. Este año los descubrimientos sobresalientes fueron las escalinatas pertenecientes a diferentes sobreposiciones del Templo Mayor y parte de la estructura de “Tlatelolco.
1945: Nace el primer museo de Tlatelolco con muestra de vestigios hallados en las excavaciones.
1950: Se da a conocer un Tzompantli (altar de cráneos) con 170 cráneos procedentes del noreste de la zona arqueológica.
1987: inicia el Proyecto Tlatelolco, propuesto y dirigido por el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma hasta 1992.
2012: se encuentra un conjunto de entierros ubicados cerca del cine Tlatelolco y dos casas-habitación prehispánicas dentro de la unidad habitacional y la calzada prehispánica que se dirigía al Tepeyac.
2016: es hallado un basamiento de una pirámide en honor al dios del viento, Echécatl-Quetzalcóatl.
Imágenes/INAH
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