El misterio de los pasajes secretos debajo del suelo de Teotihuacán…
A pesar de toda la información que parece haber acerca de las civilizaciones prehispánicas, en realidad se sabe muy poco. Apenas en la segunda década del siglo XXI han emergido de la tierra algunas pistas fundamentales para dilucidar todo lo que fue esa asombrosa civilización que está debajo de nuestros pies.
A propósito de esto, recientemente aparecieron en la Ciudad de México dos grandes hallazgos. Se revelaron: los cimientos del Juego de Pelota, donde supuestamente Moctezuma practicaba el deporte, y una torre de 65 cráneos que aparentemente trajo nuevos datos acerca de la forma en la que practicaban los sacrificios los mexicas. Además de estos fantásticos descubrimientos, hace unos días un grupo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Universidad Nacional Autónoma de México lograron lo que antes parecía imposible. Tras muchos meses de estudio de campo tuvieron la oportunidad, gracias a su paciencia y sabiduría, de desentrañar los misterios que viven en el subsuelo de la Pirámide de la Luna.
Esto se logró mediante una tomografía de resistividad eléctrica, un instrumento capaz de mediar la electricidad de la tierra, que le permitió a los especialistas, comprobar la existencia y profundidad de un supuesto pasaje secreto debajo de uno de los monumentos más emblemáticos de lo que antes era la Ciudad de los Dioses
Hasta ahora, las primeras imágenes que se tienen de dicho pasaje, sugieren la existencia de una cavidad recta de diez metros de profundidad que presuntamente se dirigía al centro de la plaza de Teotihuacán. Sin embargo, según comentaron los encargados del proyecto, falta precisar algunos detalles, y con los días saldrá más información.
Para los teotihuacanos los túneles eran muy importantes. Los construían para emular el inframundo. Ese espacio debajo de la tierra en el se podía encontrar el origen de la vida y al que los antiguos habitantes acudían para hacer rituales agrícolas para suplicarles a los dioses que no los dejara sin comida en la temporada.
Cabe destacar que este no es la única cavidad subterránea que se ha hallado en la Ciudad de los Dioses. En años anteriores, gracias a la pericia de los arqueólogos mexicanos y a la implementación de nuevas tecnologías en las excavaciones, se han encontrado túneles similares debajo de la Pirámide del Sol y el Templo de Quetzalcóatl.
Hay que recordar que estos hallazgos arqueológicos, son sólo piezas dispersas de un rompecabezas cosmogónico que lentamente nos va revelando ese imperio enterrado del que todavía sabemos tan poco.