“Tener prejuicios es malo, pero tener perjuicios es peor”
En el siglo XIX existió un maestro llamado Pierre Larousse. Este hombre se encontraba profundamente frustrado por los métodos de enseñanza que impartían en Francia en 1830, y entonces decidió escribir un libro didáctico titulado: Lexicologie des Écoles Primaires, que tuvo el poder de enséñale a los niños la manera correcta de escribir y hablar.
La revolución pedagógica de Larousse, lo llevó a fundar una editorial y a dedicarse los últimos años de su vida a crear una serie de diccionarios en distintos idiomas que le permitieron a las personas del mundo conocer de una manera más profunda sus lenguas, sus palabras y su cultura.
Desde aquella época, hasta nuestros días, los libros de Larousse siguen siendo un referente en lo que a educación se refieren. Las enciclopedias y compendios de conocimientos de esta editorial continúan son una fuente necesaria para indagar acerca de historia, ciencia, lingüística y geografía.
Para hacerle honor a su eterno compromiso con la enseñanza, hace unas semanas Larousse México sacó una novedosa campaña que pretende incitar a los capitalinos a mejorar su ortografía y a levantar la voz, de una manera lúdica, contra los abusos que cotidianamente sufren las niñas, jóvenes y mujeres en el transporte de la Ciudad de México.
Estos singulares anuncios han aprovechado el espacio público para difundir una serie de frases inteligentes y provocativas que pretenden invitar a los chilangos a reflexionar con palabras acerca de la educación cívica que se debe tener en los lugares compartidos para que la convivencia y el respeto al otro se cultiven todos los días.
Pero además de denunciar la violencia, Larousse también ha sacado una serie de espectaculares, carteles y anuncios en los microbuses que ponen al alcance de las personas comunes las reglas ortográficas básicas y de ese modo le hacen ver a los capitalinos los beneficios de escribir y expresarse bien.
La respuesta a esta campaña ha sido asombrosa. De hecho, las personas se han se han involucrado tanto con ella que le toman fotos y la comparten en sus redes sociales con el hashtag #NoEsLoMismo.
Cabe destacar que el mensaje detrás de estos anuncios es muy hermoso: el español es de todos y entre todos tenemos el deber mejorarlo. Mientras tanto, en algún rincón de un universo paralelo Pierre Larousse sonríe, sabe que al fin su legado llegó a México y al siglo XXI.
