Un vistazo al pasado de la zona de Xochimilco, el “campo de flores” más entrañable de la ciudad.
Al sureste de la urbe se desdobla, en un territorio de 122 km cuadrados, la delegación de Xochimilco, una palabra que alude al náhuatl y quiere decir “la sementera de flores”. Es importante mencionar, que este lugar data de la época prehispánica, desde el periodo preclásico de la cultura mesoamericana. Y es que todas las islas que solían constituir esta región fueron el hogar de distintos pueblos mexicas hacia el siglo XV. Más tarde, durante el periodo colonial, este barrio lacustre se volvió el proveedor de alimentos más relevante para la Nueva España.
Es importante mencionar que Xochimilco todavía cuenta con 14 pueblos originarios que hasta la actualidad conservan varias tradiciones propias de su legado indígena. Y si bien la mancha urbana se ha apoderado de buena parte de esta delegación, aún se conservan zonas lacustres que significan partes vitales del comercio y la economía que define a este increíble barrio.
Sin duda, una de las características más afamadas de aquí son las chinampas, pues son el testimonio de una técnica de agricultura que nuestros antepasados emplearon para dotar a la ciudad con alimentos. Hoy por hoy, las coloridas trajineras que recorren sus lagos atraen a miles de capitalinos y turistas diario. Tan es así, que la Unesco proclamó a este sitio como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987. Actualmente, los paseos que se llevan a cabo por sus cuerpos de agua tienen un corte más turístico, pero hubo una época donde los citadinos navegaban el paraje con la finalidad de transportarse y comercializar productos. Aquí un recorrido visual por el pasado de lo que solía ser Xochimilco:
Imágenes: La Ciudad de México en el tiempo.