La vida misteriosa de uno de los organismos vivos más fascinantes que hay.
. . .
Aunque parezcan inofensivas, las flores tienen una vida más sensual y violenta de lo que parece. Están gobernadas por un instinto de supervivencia y de reproducción mordaz que se generó hace millones de años cuando estos organismos tuvieron que adaptarse violentamente al oxígeno y buscaron los mecanismos para lograr que los insectos transportaran voluntariamente su polen.
Y es que cuando se trata de sobrevivir las flores muestran una serie de rasgos fascinantes. Cazan para alimentarse (como los animales), se exhiben para reproducirse y explotan a otras especies para su propio beneficio. Se abren y se cierran a un tiempo tan preciso que podría medirse con un reloj. Algunas giran para seguir al sol y otras, por increíble que parezca, pueden contar.
Dicho lo anterior, es pertinente asegurar que las flores son más interesantes y complejas de lo que parecen y que a pesar de ser la especie viviente con más diversidad del mundo, todavía existen muchos misterios respecto a sus primeros orígenes.
Para dilucidar los enigmas que hay respecto a la evolución de dicho organismo, hace unas semanas una connotada investigadora de la UNAM, Susana Aurora Magallón presentó a la opinión pública los resultados de un estudio que muestra de una manera muy clara cómo eran las flores hace 140 millones de años.
Para llegar a las hipótesis iniciales respecto a las primeras flores que estuvieron en la faz de la tierra la investigación se tardó seis años y se centró en la construcción de modelos matemáticos que le permitieron a los expertos entender: el avance y la adaptación de estos organismos en distintos momentos de la historia evolutiva.
Las primeras conclusiones que emergieron del minucioso trabajo de Susana Aurora fueron sorprendentes. En primer lugar, se descubrió que las flores milenarias eran bisexuales. En segundo, se logró saber cómo lucían físicamente. “Tépalos y estambres dispuestos en círculos concéntricos, cuya forma es equiparable a la de un espiral.”
Este maravilloso hallazgo es una prueba más del talento y la inteligencia que hay en este país. Después de todo, es un orgullo decir que gracias a la dedicación de una mexicana el mundo ha logrado conseguir una pieza muy importante para entender para al fin llenar el rompecabezas del origen de la vida.