Médicos del IMSS llevaron a cabo seis operaciones simultáneas mientras temblaba.
El 19 de septiembre, un sismo de 7.1 grados sacudió distintas latitudes de México. En la capital, colapsaron varias edificaciones, las cuales fueron atendidas por brigadistas que lucharon día y noche para salvar a las personas atrapadas.
El movimiento telúrico fue bastante intenso, y en cuanto los citadinos lo sintieron, abandonaron sus casas u oficinas, pues tan solo dos horas antes se había llevado a cabo el simulacro conmemorativo del terremoto del ’85. Pero este no fue el caso del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional del Siglo XXI del IMSS, institución que se encontraba realizando seis cirugías simultáneas.
A los cirujanos, enfermeras, anestesistas y residentes que se hallaban distribuidos en los diferentes quirófanos les pareció más importante quedarse con sus pacientes que dejar el lugar. Y es que algunas de las operaciones requerían de sumo cuidado y precisión, pues los padecimientos que trataban eran graves.
Carlos Cuevas García, director del hospital, comunicó que en el quirófano 11, el grupo que trabajaba bajo la batuta del neurocirujano Juan Carlos González realizaba una operación a un paciente con aneurisma cerebral. Por otro lado, el doctor Salomón Waizel trataba una infección severa de vías respiratorias, en una paciente que además tenía complicaciones cardiacas.
Cabe mencionar, que en cuanto culminó el movimiento suscitado por el sismo, se revisaron los quirófanos para ver si no habían sufrido ningún estrago. Una vez que se dictaminó que se encontraban en buenas condiciones, las cirugías continuaron sin contratiempos.
El comportamiento de todos aquellos involucrados en las operaciones, sin duda, es de admirar. No solamente no abandonaron a sus pacientes, sino que continuaron con su trabajo a pesar del fuerte terremoto que azotó la ciudad. Y es importante comunicar, que los pacientes que vivieron el sismo en medio de su cirugía, hoy se encuentran perfectamente sanos y dados de alta.
No cabe duda de que lo que ocurrió en el Hospital de Especialidades es también un acto de heroísmo, ya que el compromiso y la solidaridad se hicieron presentes en las salas de operaciones. Se trata de un personal que permaneció al pie del cañón, sin miedo y con profesionalismo con el objetivo de salvar vidas. Su historia será recordada con admiración y orgullo.