El artista francés invadió el Museo Jumex con instalaciones que fusionan la música, el video y la instalación.
Philippe Parreno es un artista francés que estudió en el Ecole des Beaux-Arts en Grenoble de 1983 a 1988, y más tarde en el Institut des Hautes Etudes en arts plastiques del Palais de Tokyo en París de 1988 a 1989.
El visionario artista se constituye como un referente clave de su generación, pues gracias a su prolífica obra se ha ganado el aclamo de la crítica por incursionar en disciplinas como las artes visuales, el cine, la escultura, el dibujo y la literatura. Se le reconoce como parte de un pequeño y talentoso grupo de creadores europeos que desarrollaron su obra hacia la década de los 90, entre ellos suena el trabajo de Dominique Gonzalez Foerster, Liam Gilick, Douglas Gordon y Pierre Huyghe.
Parreno toma al concepto de la exposición como un medio, una experiencia que explota todas las posibilidades para dar como resultado un objeto coherente en lugar de una colección de piezas individuales. Es por esto que el artista concibe sus obras como una serie de eventos que guían al espectador a través de la orquesta de sonido e imagen, es decir, ambiciosas instalaciones que sorprenden a cualquiera.
Entre las exhibiciones que dan fe de esta noción destacan Synchronicity, A time coloured space, Thenabouts, Anywhere y anywhere out of the world. Ahora, el arte del francés llega a la Ciudad de México para presentar una espectacular instalación, que se integra de patrones de clima, música, organismos vivos, videos e iluminación.
El Museo Jumex es el recinto que ha recibido la muestra La levadura y el anfitrión, una propuesta que se desdobla por dos pisos. Se trata de una mezcla de piezas nuevas, existentes y reeditadas que se encuentran entrelazadas para crear distintas realidades dentro de una composición que siempre está cambiando.
Al centro de la exposición, en el segundo piso del museo, se encuentra lo que Parreno ha bautizado como el cuarto de control. En esta sala, un biorreactor cultiva levaduras que están conectadas a una computadora que funciona con el software de una de las exhibiciones anteriores del artista.
Las colonias orgánicas se exponen a un nuevo contexto, y lo más interesante es que reaccionan a él. Este dinámico sistema activa el orden en que aparecen ciertos detalles del espacio expositivo, como lo es el caso de la proyección de una película, el sonido y el movimiento de las luces.
Al ceder el control de la instalación a sistemas naturales, la obra de Parreno se torna mucho más sugestiva, pues toda la sala propone un terreno entre la mente humana, el anfitrión que coreografía la escena y otras formas espectrales de inteligencia.
Philippe Parreno: la Levadura y el Anfitrión
Dirección: Museo Jumex. Miguel de Cervantes Saavedra 303, col. Granada.
Fechas: 26 de octubre al 11 de febrero.