La historia de todas las personas en el mundo empieza con un nombre.
Todos los pueblos de la humanidad han creado tradiciones para facilitar la convivencia entre las personas. Quizá una de las costumbres más arraigada en el planeta es la de poner un nombre a cada nuevo integrante que se suma a la comunidad. No importa la región del mundo en la que se esté, el apodo es muy importante para definir la identidad de alguien. De hecho, le da a cada humano su poder como individuo.
En las primeras civilizaciones sedentarias, el nombre propio se escogía de acuerdo a las características físicas del bebé, a las condiciones meteorológicas que había durante su nacimiento o en los animales que eran sagrados para el grupo en cuestión.
Quizá para occidente todo esto cambió durante la Edad Media, con el auge de las migraciones, la llegada de la escritura y con la difusión de los textos bíblicos. En el caso específico del español, los nombres propios nacieron de la influencia judeocristiana que había en algunas regiones ibéricas y del uso extendido del latín en ciertos lugares.
Por su parte, en México los nombres más solicitados vinieron esencialmente del legado prehispánico y de la enorme influencia que tuvieron los españoles durante la Conquista.
Quizá por lo anterior, según el Registro Nacional de Población los nombres más concurridos entre los mexicanos son de origen hispano. Para hombre los más populares son: Juan, José, Luis, Jesús, Miguel, Miguel Ángel, Antonio y Francisco. Para mujeres por supuesto Guadalupe y María. Este último se hace acompañar de Ángeles, Fernanda y Carmen.
Además de los apodos ibéricos, en nuestro país también son altamente demandados los nombres endémicos. Entre los más usados en esta categoría están: Mextli que significa Luna, Xóchitl que es sinónimo de flor, Itzel que se puede traducir como lucero de la tarde y Citlali que no es otra cosa que estrella.
Desafortunadamente a pesar de la belleza de nuestros apelativos autóctonos, hay muchas personas que han llamado a sus hijos de acuerdo a las series y películas de su preferencia. Por eso desde hace algún tiempo las actas de nacimiento se han empezado a llenar de un grupo nutrido de: Harry Potters, de Kevins (por los Años Maravillosos) y de Dylan, Dona y Kellys (por Beverly Hills 90210).
Pero además de homenajes a la cultura pop, en México también hay entusiastas de la originalidad. Esto se puede observar, sobre todo, en una extraña lista de prohibiciones del Registro Civil que en febrero dio a conocer el gobierno de Sonora. Ahí se encuentran nombres tan raros como: Aceituno, Escroto, Privado, Zoila Rosa, Fulanito, Anivdelarev y Masiosare, por sólo mencionar algunos.
Por otro lado, para terminar este recorrido vale la pena poner en esta lista los nombres más polémicos que se han quedado tatuados en algunas credenciales del INE. Entre ellos se puede contar a: Tranquilina, México, Herculano y a 42 personas que se llaman Amor y cinco que son conocidas legalmente como Corazón.