El parque se construyó en lo que solía ser una refinería petrolera…
Antes de la expropiación petrolera, en 1933, la compañía El Águila puso en operación una refinería al poniente de la Ciudad de México, en los límites de las delegaciones de Azcapotzalco y Miguel Hidalgo. Dicho complejo petrolero se estableció en un predio de 60 hectáreas, que con el tiempo se extendió a 174 por las nuevas actividades del lugar.
La refinería fue nacionalizada por el presidente Lázaro Cárdenas en 1938, junto con el resto de la industria petrolera. Esta fábrica, llamada Refinería 18 de Marzo, comenzó a producir gasolina Magna, Premium, Turbosina, Kerosina, Diesel, Gas LP y Combustóleo. Y es que las instalaciones tenían una capacidad para producir 7,500 barriles de petróleo al día.
No obstante, por la vasta producción el subsuelo de los terrenos que albergaban la refinería empezaron a contaminarse. Esto, aunado a los avances tecnológicos con los que operaba la refinería, provocó su cierre en 1991, con la meta de purificar el aire de la Zona Metropolitana del Valle de México.
De 1995 a 2000, se implementó un programa para construir un parque en este terreno abandonado por la refinería. La iniciativa llevaba por nombre “Recuperación ecológica: abatimiento de la erosión”, y consistía en demoler, desmantelar y limpiar los residuos que había dejado la fábrica de petróleo.
Es importante mencionar que la maquinaria de las instalaciones estaba en buen estado, razón por la cual se trasladó a otras refinerías del país.
Bajo la premisa de darle un giro recreativo al parque, y aprovechando el marco de las celebraciones por los 200 años de la Independencia de México, el Parque Bicentenario abrió sus puertas al público en 2010.
Naturalmente, el lugar se dedicó a los héroes que nos dieron patria, y constituyó una instalación ecológica que destaca por recrear siete diferentes climas y tipos de flora icónicos de nuestro país. Asimismo, el parque tiene una chinampa experimental, un lago artificial, un auditorio, áreas para hacer deporte y un orquideario.
Lo más interesante es que este paraje está dividido en cinco jardines, que aluden a la cosmogonía mexica. El de Tierra representa a Tlalticpac, el de Agua a Ateotl, el de Viento a los puntos cardinales que conformaban el mundo azteca, el de Sol al dios Tonatiuh y de Natura es el resultado de todos estos elementos.
El Parque Bicentenario es uno de los pulmones verdes más grandes e importantes de la Ciudad de México, y es una genial opción para desconectarse del ajetreo citadino y conectar con la naturaleza capitalina, que muchas veces pasa inadvertida para los que habitamos esta maravillosa urbe.
Dirección: Av. 5 de Mayo No. 290, San Lorenzo Tlaltenango, Del. Miguel Hidalgo