El primer taco de carnitas se hizo después de la caída de Tenochtitlán.
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Si algo destaca de la gastronomía en México es que es diversa. Y pese a que se encuentra en constante innovación, nunca deja a un lado la tradición, y alude a ingredientes y técnicas prehispánicas que cualquier paladar agradece.
Pero también es innegable la influencia española que llegó a colarse en las cocinas de los mexicanos. Y es que el arte culinario de México es en realidad un sincretismo, una mezcla armoniosa de culturas, una fusión de naciones. Así es el caso del taco de carnitas, un platillo que podrá sonar muy capitalino, pero que en realidad, nació gracias a la Conquista.
A Hernán Cortés se le recuerda como un despiadado conquistador, que arribó desde España con su ejército para terminar con Tenochtitlán y dar cabida a la Nueva España. Pese a que los mexicas se resistieron y lucharon, la ciudad cayó. Y con la muerte de Moctezuma, la victoria española se había consolidado. A partir de este suceso, se impuso una nueva cultura, una nueva religión y una nueva vida.
Para celebrar esto, Cortés decidió organizar un gran banquete en Coyoacán. Invitó a capitanes y soldados, para reconocer su esfuerzo y festejarlos con una rica comida. El conquistador mandó que se cocinaran unos cerdos, que recién le habían llegado de la isla de Cuba. Para acompañar este proteína, los españoles querían un poco de pan. Pero en esta ciudad no había trigo, éste llegaría años después.
La solución, entonces, la propusieron unos tlaxcaltecas que también se hallaban en el banquete. Y es que hay que recordar que este pueblo guerrero se alió a Cortés para derribar Tenochtitlán. Por eso, ellos también fueron invitados al evento. Cabe mencionar, que Tlaxcala quiere decir “lugar de pan de maíz”, razón por la cual estos indígenas les ofrecieron su platillo icónico: las tortillas.
Así es como nace lo que Salvador Novo describió como “la más tradicional de las instituciones mexicanas: el taco de carnitas”. Desde aquel momento, esta creación se convirtió en un platillo emblemático en las cocinas de los novohispanos. Y fungió como recordatorio de la fusión de dos culturas: la indígena y la española.
Hoy por hoy, este taco se come habitualmente tanto en puestos callejeros como en restaurantes. Comúnmente se cree que es una tradición mexica, pero lo único que tiene de mexica es su lugar de nacimiento. La elaboración fue un mero accidente, uno que nos demuestra que el mestizaje no solo se dio entre las personas, sino también en la cocina. Así que la próxima vez que degustes un taco de carnitas, piensa que estás comiendo algo que Hernán Cortés y sus aliados, los indígenas de Tlaxcala, crearon desde hace siglos.