Un recorrido por los espacios culinarios que más gustaron entre los capitalinos este año.
La gastronomía de la Ciudad de México es, sin duda, uno de sus aspectos más llamativos, no solo para los mismos capitalinos, sino también ante los ojos del mundo. Diversos restaurantes de esta metrópoli figuran en los listados internacionales, es por esto que conviene conocer y probar aquellos lugares que inauguran durante el año y que por su inigualable propuesta conquistan el corazón de los foodies citadinos.
Esta capital es una capital ecléctica. Su cocina no es la excepción, pues si bien en cada bocado se logran percibir recetas tradicionales, de igual manera se trata de una disciplina que da cabida las técnicas contemporáneas. Y es ahí donde radica la riqueza de la vida culinaria de la CDMX: en la armoniosa yuxtaposición que logra en sabores, colores e ingredientes.
Es un hecho que esta metrópoli ha recibido a los más talentosos chefs de la República, que llegan a abrir sus restaurantes para hacer que la magia brote de sus cocinas. El 2017 fue un gran año para la gastronomía mexicana, pues se abrieron decenas de restaurantes que satisficieron hasta los paladares más exigentes. Los siguientes restaurantes han llegado para quedarse, ¿ya los probaste?
Bonetta
Orizaba 219, col. Roma.
La decoración de este patio tomado invita a cualquier transeúnte a entrar, y los hace querer quedarse por sus ricos y frescos aromas. Este restaurante ofrece puros platillos orgánicos, que están hechos con productos 100% mexicanos y que son obra del chef Vicente Vidal. Pide uno de sus jugos y continúa la aventura con unas enfrijoladas, unos waffles de matcha o unos huevos libres de pastoreo con aguacate.
Clara y Ema
Juan Escutia 127, col. Condesa.
Este rinconcito de la Condesa ha reinventado el clásico emparedado de huevo, un desayuno vital en la dieta de todo mexicano. Es un lugar sencillo, que solo cuenta con tres variaciones del sándwich, creaciones del chef Ricardo Martínez. Uno de los favoritos es el que trae mucho queso cheddar, mucho tocino y mucho aguacate. Puedes acompañarlo de un jugo de naranja o bien, un cold brew si eres de los que adora el café por las mañanas.
Makoto
Campos Elíseos 295, col. Polanco.
Se trata de un espacio amplio, que se ubica en un segundo piso, y que recibe a los comensales con una inmensa barra de sushi, un mural abstracto y una robata. Esta última se constituye como una técnica que pocos restaurantes japoneses de la ciudad tienen, es una parrilla nipona que con carbón vegetal logra tres diferentes tipos de cocción. El sashimi mixto, la ensalada de berros y el cordero son los platillos más recomendables. No olvides pedir la ayuda de la sommelier para maridar tu orden con un rico sake.
Cedrón
Mazatlán 24, col. Condesa.
Un restaurante que corre a cargo del connotado chef Alejandro Fuentes y que cuida cada detalle, desde el agua que sirven hasta la forma en que está doblada la servilleta. La carta cuenta con tintes mediterráneos, que se elaboran con productos de una huerta que se ubica en la azotea. La ensalada de la casa es imperdible, al igual que el lechón confitado. Para el postre, no dejes de probar el crème brûlée de mamey, una experiencia distinta de este icónico postre francés.
Mochomos
Paseo de las Palmas 781, col. Lomas de Chapultepec.
El restaurante se define como una fusión sonorense, y es que aunque pocos lo sepan, la gastronomía de este estado norteño es bastante vasta y diversa. Desde luego, la carne es la protagonista del lugar, pues aquí la sirven de manera distinta. No llegará a tu mesa el clásico corte de rib eye acompañado de cebollas, en Mochomos buscan experimentar con ingredientes como almendras, cereza y queso de cabra para darle un toque especial a tu carne.
Merkavá
Ámsterdam 53, col. Condesa.
Este lugar se posiciona como el primer hummusiya de la Ciudad de México, un concepto propio de las cocinas de Israel. Lo bueno de este restaurante es que cuenta con las recetas de la familia del chef Daniel Ovadía, lo cual le otorga un sabor muy especial a todos los platillos. Lo común es pedir el hummus del día para compartir, y después el salatim, que son 7 o 14 ensaladitas para acompañar los platos fuertes. Aventúrate con pollo o ternera para el siguiente plato y deja espacio para la babka de chocolate.
Vasconcelos
Av. Presidente Masaryk 120, col. Polanco.
En Vasconcelos, el chef Saúl Jiménez pretende que el viaje culinario sea redondo, es decir, que cada bocado sea un paseo por los cuatro sabores que la lengua detecta: amargo, ácido, salado y dulce. Es indiscutible que este cometido lo logra en todos los tiempos de la comida. Visitar este restaurante mexicano-norteño hará a cualquiera redescubrir y reenamorarse de la riqueza que nuestro país ofrece en materia gastronómica.
Cicatriz Café
Dinamarca 44, col. Juárez.
Este rinconcito se encuentra en la Plaza Washington, y constituye un confortable café que ofrece desayunos, comidas y cenas. El valor de Cicatriz radica en su sencillez, prueba de esto es el breve pero acertado menú que ofrecen a sus comensales. También destaca su coctelería, una que se disfruta a la perfección de noche y con las luces tenues que adornan el establecimiento.
Café Nin
Havre 73, col. Juárez.
Este lugar ya existía como Panadería Rosetta, y es obra de la afamada chef Elena Reygadas. Sin embargo, este año, tomó el nombre de Café Nin y con él, un nuevo y renovado concepto. La carta de desayunos se amplió, para darle la bienvenida a platillos como los huevos con hongos y hoja santa. También se agregó un menú de comidas y cenas, para que los amantes de la Juárez pudieran disfrutar de ver caer la tarde en compañía de una deliciosa velada.
Tacos Orinoco
Av. Insurgentes Sur 253, col. Roma.
Estos tacos son diferentes a todos los demás. ¿El secreto? Son de Monterrey, Nuevo León. Por este motivo, las tortillas de harina son distintas, más sabrosas. Desde luego cuentan con el clásico trompo al pastor, pero conviene escanear su menú para aventurarse con su inigualable chicharrón o taco de res. Pide unas papas para acompañar y saldrás enamorado de esta taquería.