Hubo una época en la que no todos podían usar pantalones…
Sin duda, el pantalón es una de las prendas más populares de estos tiempos. Todo el mundo los usa. Los venden en todas las tiendas de ropa y se adaptan perfecto a cualquier ocasión. Esto se debe a que los pantalones son una moda atemporal que le permite a los individuos (si así lo quieren) estar cómodos y bien vestidos a la vez. Sin embargo, esto no fue siempre así.
Los pantalones llegaron a México durante la Conquista. Para los españoles esta vestimenta representaba el poder de la clase noble, quizá por eso los únicos que usaban esta prenda eran los ibéricos y los criollos. Por su parte, como un acto de rebeldía contra la invasión y para preservar sus costumbres, los indígenas sólo vestían con: sarapes, mantas y chales.
Esta separación entre pobladores continúo hasta el gobierno de Porfirio Díaz. A finales del siglo XIX, el pantalón se impuso a toda la población sin importar el nivel socioeconómico que se tuviera o el lugar dónde se hubiera nacido. Esto se debió, entre otras cosas, a que el presidente impuso una multa a las personas que sólo se cubrieran con mantas. Según lo expresó el mandatario en varias ocasiones: “quería que los mexicanos se vistieran de un modo decente”
Poco a poco, los ciudadanos de este país fueron cambiando sus armarios y los pantalones se volvieron indispensables en la vestimenta masculina. Sin embargo, para las mujeres la historia es otra. A inicios del siglo XX, las señoritas decentes debían acoplarse una sociedad conservadora y muy religiosa que les exigía usar vestidos.
Quizá por eso, las primeras mexicanas en utilizar pantalones fueron las revolucionarias. Debido a su ajetreado modo de vida, estas guerreras necesitaban usar un vestuario cómodo que les permitiera caminar a sus anchas por el hostil territorio de México. Pero además las Adelitas pretendían proyectar con su ropa una imagen de poder y rebeldía ante los hombres.
A pesar del éxito que tuvieron durante la Revolución, los pantalones no se pusieron de moda hasta los años cincuenta. En esa década las mexicanas usaron esta prenda como un símbolo muy fuerte de la liberación de la mujer y como una manera de emular a las mujeres más famosas del mundo.
Los primeros iconos de moda que inspiraron a cientos de mexicanas a usar esta prenda fueron: Coco Chanel, Greta Garbo y Audrey Hepburn. Por su parte en este país, Frida Kahlo y María Félix fueron las dos pioneras que con su estilo y personalidad demostraron que las mujeres también pueden llevar los pantalones bien puestos.
Autora: Itzel De Kruyff